Candidatos presidenciales por EE.UU. en medio de Debates repugnantes y ofensivos, que no aportan nada al país y menos al mundo.
¿Debate?, ¿Se puede llamar debate a una sarta de insultos, ofensas y toma y dame de parte y parte?, ¿No verdad? Pues a eso se resumen los “debates” de los candidatos a la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton y Donald Trump quienes solo basan sus discusiones en denigraciones mutuas y acusaciones por actuaciones pasadas, sin aportar nada a nivel político o que promuevan las supuestas mejoras que pretenden hacer a su país el cual siempre ha pretendido dominar al mundo.
Insultos, racismo, escándalos sexuales, denigración, disputas por poder, ridiculización y un sinfín de episodios pasados llenos de un lenguaje nauseabundo y burdamente vomitivo son la bandera de la demócrata y el republicano que se disputan la presidencia de Estados Unidos, dos seres que por lo visto no ven más allá de sus intereses personales, dominados por el fascismo y el hambre de poder. Mientras uno lleva una campaña ya en pedazos y cada vez más en picada la otra quien apenas se avistaba triunfadora por un margen muy mínimo ahora repunta gracias a que cada día la campaña de Trump se hunde debido a los escándalos de denigración y racismo que ha protagonizado y de los que salen a flote cada vez más pruebas.
La opinión mundial solo repudia a este par que en vez de aportar calidad política en sus debates ha hecho de esto un show mediático y ridículo que solo ha promovido la creación de los conocidos “memes” donde los protagonistas son estos dos adefesios. ¡Pobre gente, en manos de quien caerán… UNO PEOR QUE EL OTRO!
Redacción Lechuguinos.