«Hugo Chávez, de Venezuela, trabajó para inundar de cocaína a los Estados Unidos, dicen fiscales estadounidenses», con este titular abrió el periódico The Wall Street Journal, su sección de reportajes de Latinoamérica el 15 de septiembre del 2019.
Y es que no transcurrió un año de la elección de Hugo Chávez quien asumió la presidencia en 1999, cuando en el año 2000, Estados Unidos buscó la cuartada perfecta para comenzar a construir su narrativa del narcoestado venezolano vinculando a Chávez con la extinta guerrilla colombiana FARC, grupo armado insurgente que estaba en la lista negra de Estados Unidos por terrorista y narcotraficante.
La ecuación perfecta: Chávez más FARC, igual, a narcoterrorismo
Esa fue la excusa para dar el golpe de Estado del año 2002, así también sorpresivamente, lo reveló la publicación del The Wall Street Journal: «La administración Bush estaba criticando fuertemente su estilo de gobierno en ese entonces y había aprobado públicamente un golpe que no logró derrocarlo».
Un dato que aunque lo ha denunciado desde hace 18 años el Gobierno de Venezuela, nunca había sido reconocido abiertamente por la administración estadounidense y mucho menos publicado por un medio de ese país.
Por primera vez, señala The Wall Steet Journal, «se publican documentos elaborados por fiscales federales de Estados Unidos que esbozaron el posible papel de Chávez en el narcotráfico».
El periódico se refiere, a una supuesta reunión donde estaban Hugo Carvajal, quien para ese entonces era jefe de inteligencia militar del líder venezolano Hugo Chávez, Diosdado Cabello, hoy el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente y Tareck El Aissami, actual Vicepresidente para el Área Económica y presidente de la estatal venezolana, PDVSA.
En esa presunta reunión, a la que refiere el expediente publicado y basado en falsos testimonios, según denuncian algunos de los propios detenidos, que fiscales federales y agentes de la DEA los querían obligar a mentir, se coordinaron las supuestas «rutas para sacar la droga que necesitaba el Comandante Chávez para financiar su Gobierno y a los militares que lo ayudaban a mantenerse en el poder».
Así lo pudimos corroborar al tener acceso al expediente del narcotraficante colombiano Roberto Méndez Hurtado, alias Pluma Blanca, quien es uno de los testigos que los fiscales federales convirtieron en estrella, luego de haber pactado con esa agencia dos años después de su detención en el 2011.
El relato de Méndez Hurtado va tejiendo el expediente contra Venezuela, y además de señalar a Carvajal, Cabello y El Aissami, también involucró de la noche a la mañana, a Pedro Luis Martín Olivares, exfuncionario de inteligencia venezolano por quien recientemente Estados Unidos, ofreció 10 millones de dólares de recompensa.
Confesiones de una víctima de la DEA
Además del testimonio de Pedro Luis Martín Olivares, confirmamos con otra fuente todo el entramado que utiliza la DEA para implicar a sus objetivos en la narrativa de narcotráfico.
De manera exclusiva pudimos entrevistar a un piloto venezolano que fue involucrado en ese mismo expediente del narcotraficante Roberto Méndez Hurtado.
Según su testimonio, querían obligarlo a asumir que era parte de la estructura de la presunta mafia del Gobierno venezolano que distribuía droga a Estados Unidos, y bajo tortura lo coaccionaron para que mintiera y señalara a altos funcionarios venezolanos.
El piloto pagó casi 4 años del cárcel
Jamás admitió los hechos: «no los asumí porque no soy narcotraficante, soy un simple piloto comercial, y segundo, jamás en mi vida he visto a Diosdado, Carvajal, Tareck, ni mucho menos a Pedro Luis Martín Olivares», dijo el piloto.
¿Cuál es la estrategia de Estados Unidos utilizando el narcotráfico como arma para atacar a gobiernos?
Eso preguntamos a Pedro Luis Martín Olivares, el exfuncionario venezolano que durante 15 años se ha defendido de Estados Unidos al tratar de vincularlo, sin éxito, con el narcotráfico.
Acciones además, que le han costado más de una década de persecución mediática y jurídica. En el primer capítulo de esta entrega, contamos como la DEA construye los expedientes. Ahora, mostraremos cómo lo hacen desde periodistas y medios de comunicación, es decir, la estrategia parte desde lo mediático, si no hay publicación no existen los casos.
¿Por qué usted dice que su caso lo construyeron primero los medios de comunicación?
«Eso está de ante ojos. Solo basta con analizar la línea del tiempo y los mismos titulares consecutivos que se repiten en fechas que necesite la DEA y el Gobierno de Estados Unidos de acuerdo a sus movimientos geoestratégicos».
«La DEA, así como teje informantes, va construyendo, identificando y hasta reclutando periodistas que los ayuden a ir armando mediáticamente las narrativas de sus expedientes montados sobre el narcotráfico, y de esta manera, ir generando la estigmatización de su objetivo».
¿Tiene pruebas de esto, podría darme ejemplos?
«En el año 2006 en una acción en cadena, varios periodistas comenzaron a publicar sobre mi supuesta vinculación con el narcotráfico, difamándome y levantando una serie de injurias».
«Entre muchos te cito una. Marianela Salazar, una periodista de tendencia opositora, publicó el 3 de mayo del 2006, en su columna Artillería de Oficio en el diario El Nacional de Miguel Henrique Otero, también declarado opositor al Gobierno de Hugo Chávez, y ahora de Nicolás Maduro, mi supuesta vinculación con grupos de narcos e involucrando a personas en una trama al mejor estilo de Netflix».
«Voy a citar una pequeña parte de ese artículo:
«Fue expulsado de Estados Unidos bajo el cargo de tener nexos con el narcotráfico(…) casualmente fue el primer funcionario que llegó a supervisar el lugar donde atentaron contra el fiscal Anderson, permitiendo la contaminación criminal del sitio del suceso».
«Allí introdujeron otro tema, ya no solamente era el narcotráfico, por cierto jamás fui expulsado de Estados Unidos, sino mi supuesta vinculación con el asesinato del Fiscal Anderson que repiten hasta el cansancio sin prueba. Quién era Danilo Anderson, el fiscal que llevaba el caso del golpe de Estado del 2002 contra Hugo Chávez.
«Ocho años después, en el 2013, el narcotraficante colombiano Roberto Méndez Hurtado, alias Pluma Blanca, declara en su expediente lo mismo que publicó la periodista Marianela Salazar».
«Esta periodista me pidió excusas públicas, es decir, se retractó. El argumento fue que su fuente la había engañado, pero ya el daño estaba hecho y hoy, 14 años después, entendí que el artículo había cumplido la misión».
«Cuál era la misión, mentir para que los fiscales federales construyeran sus argumentos basados en las publicaciones de los medios de comunicación que repiten y repiten sin pruebas, y para ellos, es suficiente. Lo que dicen los periodistas lo convierten en una prueba contundente, un elemento de convicción criminalística, así funciona el sistema de justicia de Estados Unidos».
«Como ese ejemplo, te puedo mostrar en mi lucha por la verdad, un sin fin de periodistas y personas que he demandado precisamente por mentir y difamarme. La mayoría terminan disculpándose públicamente por el ¨el error¨, pero repito, ya el daño y objetivo lo cumplieron. Uno queda atrapado en la narrativa de los medios de comunicación y secuestrado en un expediente de la justicia estadounidense».
Cómo llega al expediente del narcotraficante Roberto Méndez Hurtado, el caso del asesinato en el 2004 del Fiscal Danilo Anderson. Qué tiene que ver con su supuesta participación en el narcotráfico.
«Según lo que narra el narcotraficante Méndez Hurtado, soy un tipo tan asesino y además tan torpe, que le conté cómo había ordenado el asesinato del fiscal que citas, Danilo Anderson·.
«Es la tesis de lo absurdo e incoherente, eso no existe».
«Pero si sumas lo que dijeron los medios de comunicación desde el 2004, que yo supuestamente había ordenado la muerte del fiscal, y agregas lo que dijo 8 años después el narcotraficante Méndez Hurtado, la ecuación está completa. Es decir, la versión queda legitimada y para efectos mediáticos y la narrativa del engaño, al salir a la luz pública que un narcotraficante lo asegura, es un hecho. Así van construyendo el expediente con cada objetivo».
«La esposa de uno de los sentenciados por el asesinato de Danilo Anderson, en el 2004, participó en un programa del canal Globovisión que era de Nelson Mezerhane, hoy dueño del Diario Las Américas que está ubicado en Miami».
¿Y qué papel le atribuye a Mezerhane?
«Mezerhane, es quien financia la campaña contra Venezuela, además, contribuye con las campañas, entre otros, del Senador Marco Rubio que es el personaje que encabeza el ataque contra Venezuela».
«Yo acuso a esa señora por difamación e injuria. Al verse envuelta en una situación jurídica, ella narra a un amigo en común, que al llegar a Globovisión por instrucciones del dueño del canal le entregaron una hoja con lo que iba a decir, es decir, mi supuesto nexo con el caso de Danilo Anderson. Eso sumó a la narrativa mediática».
«Así la DEA va hilando hechos falsos difundidos en los medios de comunicación por periodistas que fueron, algunos engañados, y otros exprofesos para ir robusteciendo los expedientes de cada uno de nosotros».
«Su testigo estrella, o sea, el narcotraficante Méndez Hurtado, declaró que yo le confesé que asesiné a Danilo Anderson, y como por arte de magia, lo cuenta. Así van cuadrando el libreto».
«Ahora bien, según la justicia venezolana, Mezerhane, si tuvo que ver con el caso del asesinato de Anderson, eso si que es un hecho público, notorio y comunicacional».
¿Por qué Mezerhane aparece dentro de la historia que usted denuncia le construyó la DEA?
«Mezerhane y un grupo de empresarios y banqueros, siempre han sido los operadores de la desestabilización de Venezuela».
«Si repasamos la historia son los mismos que desde el año 2002 le dieron el golpe de Estado al Comandante Hugo Chávez, ahora a Nicolás Maduro, solo cambian de rostros, pero detrás siguen siendo los mismo actores.
«En el 2002 cuando yo era Director de Inteligencia de la DISIP, luego de sacar del poder por 48 horas al presidente Chávez, se ejecutaron una serie de acciones terroristas con bombas en embajadas, paro petrolero, entre otras conspiraciones, y siempre las investigaciones conducían a Mezerhane y al grupo empresarial del que te hablo».
«Fue Globovisión el medio de comunicación privado, que cartelizó la campaña mediática para derrocar a Hugo Chávez y hoy desde Miami cumple la misma función con el Diario Las Américas.
«Mira este detalle. El abogado del narcotraficante Méndez Hurtado, Joaquín Pérez, que es el mismo de muchos narcotraficantes que han pactado con la DEA, da una entrevista al Diario Las Américas».
«Este señor declaró que yo era la joya de la corona en la investigación de la DEA, lo hace desde esa tribuna cuyo dueño es Mezerhane quien me involucró con el asesinato del fiscal Danilo Anderson, cómo se llama la obra».
«Si tu lees un reportaje del 2004, 2006, 2015 y ahora del 2020 es lo mismo, no cambia ni una línea.»
¿Pero qué papel juegan en todo este entramado los abogados de los narcotraficantes?
«A Joaquín Pérez, el abogado de Méndez Hurtado lo entrevistaron en La Tribuna, un periódico de Honduras y confirma el modus operandi de la DEA con los narcotraficantes».
«El periodista hondureño le pregunta a Joaquín Pérez sobre un caso de su país que tiene que ver con el cartel de “Los Cachiros” y este abogado le responde que ellos, Los Cachiros, comenzaron a trabajar con la DEA desde antes de entregarse y que ahora, te leo textualmente ¨manipulaban las cosas de tal manera que dicen que conocen a este o aquel y eso les da una importancia más grande con los fiscales y así pueden conseguir una sentencia reducida».
«Es decir, Joaquín Pérez narró el modus operandi que usa la DEA con los narcotraficantes, disminuyen su pena a cambio de involucrar con mentiras, testimonios y testigos falsos, a los objetivos políticos que ellos quieren criminalizar. Usan la lucha contra el narcotráfico como un arma política, un chantaje».
La historia de un falso positivo. El piloto
Estas declaraciones de Pedro Luis Martín coinciden con la entrevista que le hicimos a un piloto comercial cuyo nombre vamos a reservar por su seguridad, y a quien llamaremos Luis.
Luis, llegó al encuentro periodístico con un pequeño maletín negro que resguarda como un tesoro, y no precisamente porque le trajo fortuna, no, sino porque cambió su vida por completo cuando un día conoció a una persona que resultó ser familiar del narcotraficante Roberto Méndez Hurtado y lo vinculó a su expediente.
«Los pilotos son la joya de la corona de los expedientes de narcotráfico porque en toda esa estructura criminal necesitan un piloto, pero yo jamás he traficado con droga, ni mucho menos conocía a un narcotraficante. Soy un simple piloto comercial que encajó perfectamente con las características que buscaba la DEA para su expediente», dijo Luis.
¿A qué te refieres que encajabas con el expediente de la DEA?
«Yo viajaba constantemente a Estados Unidos, hablo perfectamente inglés, estudié allá, vivía en ese país al momento de mi detención en el 2015».
«Trabajaba en una empresa de vuelos chárter que hacía servicios desde Estados Unidos a varios países, entre ellos, Venezuela y otros destinos que la DEA tiene en su radar como rutas del narcotráfico, pero que cualquier piloto comercial las hace, me refiero a Costa Rica, Islas Vírgenes, República Dominicana, son rutas normales; ah que los narcotraficantes las utilicen, es otra cosa».
Entonces, ¿cuál fue su delito?
«Mi pecado, fue conocer a ese señor, familiar del narcotraficante Roberto Méndez Hurtado que yo ni me imaginaba que tenía vínculos con alguien del narcotráfico. Como es normal por mi trabajo, sostuve conversaciones amigables, conoció detalles de mi familia, mi esposa, y eso fue suficiente para convencer a los fiscales que había algún tipo de relación intima conmigo».
«En el año 2012 me llevan al cuarto de migración en el aeropuerto de Miami, ya para ese tiempo estaban haciendo esas cosas a los venezolanos y lo atribuyo a esa situación».
«Los agentes que se identificaron de la DEA, me dicen que alguien me había señalado en un expediente, les digo que debe ser un error».
«Me muestran unas fotos de personajes del gobierno venezolano como Diosdado Cabello, Tareck El Aissami, y me preguntan si los conocía, evidentemente todos los venezolanos sabemos quienes son, pero yo jamás he tenido relación con ellos, y me muestran a otros que ni había visto, como Pedro Luis Martín».
«Comienzan a presionarme, porque yo supuestamente trabajaba para el Gobierno de Venezuela, les insisto que no, y me dejan ir».
«Tres años después, en el 2015 saliendo de mi apartamento, llegan unos agentes federales con una orden de detención. Me trasladan al edificio de justicia y allí comenzó mi calvario».
Por qué le detienen, ¿cuál era la causa?
«La misma del año 2012, mi supuesta vinculación con el Gobierno de Venezuela a quien ellos señalan de narcotraficante y yo nada más y nada menos que era el supuesto piloto de Hugo Carvajal, Diosdado Cabello, Tareck El Aissami, Pedro Luis Martín y otros más».
«En total fueron 9 fotos que me mostraron para que los identificara como parte de esta estructura criminal donde no solamente era el piloto que distribuía la droga, sino que cobraba el dinero y se los llevaba para sus fines».
«Supuestamente yo recibía las ordenes de ellos para la logística. Yo era de tanta confianza que recogía y cobraba su dinero, me confiaban la mercancía, luego la cobranza y confiaban que ese dinero llegara y se los entregaba a cada uno de ellos».
«Mejor dicho era el agente 007 venezolano. Porque además según su historia, Pedro Luis Martín, me había enviado al Líbano a entrenar con Hizbullah, imagínate».
¿Y cómo te involucran a Hizbullah?
«Mis torturas eran más fuertes porque yo supuestamente era un tipo peligroso y violento por mi entrenamiento con Hizbullah, de hecho insinuaron enviarme a Guantánamo.
«Es así como van vinculando el tema del terrorismo».
«Entonces, yo supuestamente tenía ese entrenamiento terrorista y toda esta película que ellos se inventan siempre».
«Con ese entrenamiento era que yo hacía todas las actividades de cobranzas violentas de droga, toda la coordinación logística tanto en Venezuela como para México, Islas Vírgenes Británicas, Puerto Rico, República Dominicana. Y todo ese poderío, supuestamente me lo daba ese entrenamiento y la confianza con estas personas del alto gobierno venezolano».
«Ellos arman toda esa historia partiendo de dos grupos de narcotraficantes que tienen, uno venezolano y otro colombiano que son confesos y estuvieron involucrados en actividades ilícitas».
«Estos narcotraficantes, para compensar o disminuir sus penas, negocian con el gobierno, es decir con la DEA, bien sean verdades o mentiras; más mentiras que verdades, y con esto logran disminuir sus condenas».
¿Ellos trataban de obligarle que declarara en contra del Gobierno de Venezuela?
«Como sea ellos trataban que yo hiciera eso. Que declara en contra de ellos y que me uniera a ese sistema, ya habiéndome torturado, pisoteado, sentenciado, sin haber cometido algún delito. Ellos pretendían que yo me prestara para todo eso».
«Un día antes de mi juicio, me estaban torturando. El fiscal cuando veía que la cosa se ponía ruda se salía y al abrir la puerta logré ver al Senador Marcos Rubio».
¿Y qué hacía Marcos Rubio allí?
«Tiempo después comprendí que Marcos Rubio llevaba la causa Venezuela y yo supongo que debe ser parte de eso porque no entiendo su presencia allí».
¿Usted cree que el expediente de narcotráfico contra Venezuela fue creado por la DEA?
«No creo, estoy seguro porque lo viví y leí todas las declaraciones que dan estos narcotraficantes en contra de las personas del Gobierno venezolano y son cuentos ficticios de película».
El piloto introdujo otro tema del expediente contra Venezuela, Hizbullah, una organización política del Líbano que Estados Unidos señala como terrorista y ha sido utilizado como argumento para sostener las agresiones, bloqueo y sanciones ilegales contra el Gobierno venezolano.
Otro dato interesante fue la presencia del Senador Marcos Rubio en el palacio de justicia cuando torturaban al piloto. En el 2015 la oposición venezolana había ganado la mayoría parlamentaria y para esa fecha se intensificó desde Estados Unidos los señalamientos de narcoterrorismo.
Según el piloto, su testimonio era un eslabón importante en la historia que la DEA había construido contra Venezuela, no contaron con que el piloto fue a juicio, jamás admitió los hechos y se les cayó el caso.
Presiones desde el norte
Señor Pedro Luis Martín Olivares, luego de haber transcurrido más de un mes de la oferta hecha por Estados Unidos, ¿han buscado la manera de presionarlo para que se entregue a Estados Unidos?
«Recientemente dos personas se acercaron a mi oficina haciendo oferta de negociación para resolver mi problema en Estados Unidos».
«Qué quiere decir esto, que buscan emisarios por todos lados para que yo negocie por las buenas o por las malas».
«Por eso se mantiene la recompensa por mi cabeza, para estimular las acciones de los caza recompensas en Venezuela y generar un estado de zozobra para acorralarme, violando mis derechos fundamentales a ser libre y vivir en paz».
«Los caza recompensas aparecen en todo este entramado. Por ejemplo Orlando Laufer quien era un informante de la extinta PTJ, que era la policía científica de Venezuela, actualmente es el CICPC, terminó siendo un testigo protegido en mi caso como otros venezolanos que han estado presos en Estados Unidos como jueces y ex funcionarios».
«Laufer también fue informante de la DEA, era piloto, y junto a una periodista a inicios del Gobierno del Comandante Chávez, trató de cobrar una recompensa que ofreció Estados Unidos por la captura de Vladimiro Montesinos, quien era jefe de inteligencia del expresidente de Perú Alberto Fujimori».
«No pudo cobrar los 5 millones de dólares porque quien capturó a Montesinos fue el propio Gobierno venezolano, por cierto, generaron todo un escándalo diciendo que el Presidente Chávez lo protegía. Todo parte de lo mismo».
«Y Laufer fue la fuente de la DEA que reclutó a venezolanos para la Operación Gedeón, que fue la incursión fallida de mercenarios por las costas venezolanas del pasado 3 de mayo de este año 2020 liderada por el estadounidense Jordan Goudreau».
«Hoy Orlando Laufer está solicitado por la justicia venezolana por ese caso, y es uno de los testigos en mi causa como elemento creíble»
«¿Puede ser esta persona un elemento confiable para la justicia estadounidense?
«Lamentablemente así funciona. Todos estos relatos los llevan al gran jurado quienes sin ni si quiera oírte ni verte, deciden en tu contra».
Las denuncias conducen a una estrategia de la DEA calificada como perversa donde involucran a personas inocentes para tejer toda una narrativa contra gobiernos y Estados.
Especial de La Iguana TV con información de Almayadeen