informe hackeo bolivia
Foto: Lechuguinos.com

De acuerdo con una investigación, más de 68 000 cuentas falsas que operan en Twitter fueron creadas en la última semana para aupar el golpe de Estado en Bolivia.

El estudio aporta evidencias contundentes sobre el despliegue de tácticas militares a gran escala para inundar de propaganda las redes digitales, que obedecen a una operación estratégica previa al golpe de Estado y que se encuentra en acción.

Aunque el uso de robots para amplificar mensajes viola las políticas de Twitter y ya otros investigadores han denunciado estas operaciones, los sistemas antiSpam de la plataforma aún no se han dado por enterados. De acuerdo con la investigación, la cuenta de Luis Fernando Camacho pasó en los últimos 15 días de 3000 a 130 000 seguidores, de los cuales más de 50 000 son perfiles recién creados en noviembre de 2019, de acuerdo con la investigación.

Cabe destacar que Luis Fernando Camacho es un rico de extrema derecha, ultracatólico, que sale en los Panamá Papers e implicado en el intento de golpe de estado en Santa Cruz de 2008.

Lo mismo sucedió con la cuenta de la autoproclamada Jeanine Áñez Chávez que pasó en las dos últimas semanas de 8 000 seguidores a casi 150 000 seguidores, de los cuales más de 40 000 son cuentas falsas recién creadas.

Estas cuentas de Twitter se pueden apreciar como tienen entre cero y un seguidor, y se encargan de divulgar noticias falsas (fake news).

Al sumar el número de cuentas recién creadas que seguían a Camacho y Áñez, aparece una comunidad de 68 000 perfiles registrados este mes en la plataforma.

Las más de 68 000 cuentas en Twitter no se pueden crear de la noche al día sin la mano peluda de las agencias de los Estados Unidos y la complicidad de la plataforma de redes sociales.

Hashtags como #EvoAsesino, #EvoDictador #EvoEsFraude o #NoHayGolpedeEstadoenBolivia, estas cuentas contaminaron la conversación social con mensajes de «Evo Morales es un corrupto» y acusaciones de haberse «robado» las elecciones de octubre. También celebraron la autoproclamación de Jeanine Áñez y declararon que el régimen de facto ha llevado, finalmente, «la democracia y libertad» al pueblo boliviano.
Es evidente que el golpe de Estado en Bolivia fue un plan orquestado por el imperio norteamericano y la ultraderecha boliviana para desestabilizar el Gobierno de Evo Morales, al saber que la izquierda está volviendo a ganar el terreno perdido, que por culpa de los Estados Unidos y sus maquiavelismos planes y estrategias logró ganar varios espacios en sudamericana.
Redacción CubaDebate-Lechuguinos.