Embajadora de Cuba ante la Unesco criticó a su par israelí por declaraciones antipalestinas y pedir un minuto de silencio por Holocausto en una sesión.
«Creo que solo el presidente puede pedir un minuto de silencio», afirmó la representante de Cuba ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, en inglés), Dulce Buergo Rodríguez
El altercado ocurrió, durante una sesión celebrada el viernes, en la que se decidió inscribir a la ocupada ciudad cisjordana de Al-Jalil (Hebrón) en su lista de patrimonio mundial, a pesar de los intentos de Tel Aviv en contra de esta decisión.
Buergo Rodríguez, asimismo, acusó a Israel de convertir la sesión “en un circo político” para luego solicitar un minuto de silencio en respeto a todos los palestinos que han muerto en la región.
Esta petición conllevó al enfado del embajador del régimen de Israel ante la Unesco, Carmel Shama Hacohen, quien no dudó en cargar contra Cuba a la que tachó de “Estado violador de derechos humanos”.
Para evitar su presencia en el preciso momento del minuto de silencio, el embajador israelí se excusó de su presencia en la sala, alegando que había recibido muchas llamadas de teléfono durante su intervención que le obligaban a abandonar la sesión, porque había un problema en el retrete de su apartamento en París (capital francesa), y que eso era más importante de lo que iba a acontecer allí.
Redacción Lechuguinos