El jefe del Comando Sur de EEUU, Craig Faller, asegura que apoyan solución diplomática a conflictos en Venezuela.
Craig Faller, jefe del Comando Sur –Southcom– de los Estados Unidos, aseguró a EFE que respalda «plenamente una salida diplomática» en Venezuela luego de inaugurar la Conferencia de Defensa Suramericana en Miami, en el que participaron representantes de Argentina, Brasil, Chile, Colombia Ecuador, Perú y Uruguay.
En ese orden, señaló que los asuntos de Venezuela son de índole político y diplomático, reconoció que está al corriente de «que se está trabajando mucho a nivel internacional para llegar a una solución diplomática y aplicar la presión diplomática para hacer lo correcto».
«Así que tiene que ser una solución diplomática y la apoyamos plenamente. Nosotros, en lo que nos enfocamos es en cómo podemos compartir mejor la información, cómo podemos apoyarnos mejor unos a otros en la región», añadió.
Desde el punto de vista de Faller, estos apoyos se traducen en ayudar a Colombia, pues ha tenido un «tremendo aumento de migrantes venezolanos» y bajo ese alegato, el militar estadounidense justificó el usar a ese país como base para emprender acciones injerencistas contra Venezuela.
En ese orden, aseguró que tras esto se persigue «comprender mejor la compleja situación en Venezuela a través de inteligencia e información, intercambios y entrenamiento para que puedan estar preparados y tener un Ejército fuerte que disuadirá cualquier conflicto».
Además, EFE recuerda que «el Southcom ha mantenido que Venezuela es el principal punto de apoyo y acceso en la región para ‘actores de Estados externos’, permite las actividades de organizaciones criminales transnacionales y brinda refugio a los grupos terroristas regionales».
Sin embargo, a pesar del persistente discurso, ningún funcionario estadounidense ha respaldado las reiteradas acusaciones con alguna prueba.
En el mismo tono, Faller, quien está próximo a jubilarse y será reemplazado en fecha próxima, insistió en los presuntos impactos negativos que países como Cuba, China, Rusia e Irán tienen sobre la región que, sostuvo, «prosperan con la corrupción».