Colombia siempre ha metido sus narices con respecto a los asuntos de nuestro país cuando ellos son unos descarados que violentan los derechos de su pueblo
Para nadie es un secreto que Colombia lleva rato metiendo sus narices en los asuntos internos de Venezuela con respecto a los acontecimientos ocurridos en las últimas semanas en torno a las guarimbas y manifestaciones producidas por la derecha opositora con el fin de causar daños en el país.
Ante las marchas violentas de la derecha, utilizadas para montar un show mediático internacional de supuesta represión por parte del gobierno venezolano, resulta muy contradictorio que un país como Colombia se una a este circo para denunciar las supuestas medidas opresoras utilizadas por la GNB para dispersar las marchas según ellos pacíficas de la derecha, cuando en Colombia el comportamiento de los organismos de seguridad deja mucho que desear.
Sería pertinente que el gobierno colombiano antes de ejercer injerencia ante los asuntos internos de Venezuela, pusieran la lupa en su país donde el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía Nacional de Colombia, reprimió con gases lacrimógenos a personas discapacitadas que manifestaban pacíficamente este miércoles contra la Alcaldía de Bogotá por la reducción de subsidios en pasajes de Transmilenio y recortes en bonos de alimentación para la población con discapacidad. ¿Por qué no aprueba un acuerdo para estar pendiente de los asuntos de su país?
Cabe acotar que en esta protesta habían Niños, personas en sillas de ruedas y con discapacidades visuales y auditivas que salieron desde varios puntos de Bogotá para concentrarse en la Plaza de Bolívar, donde se vieron afectados por la represión del Esmad.
El concejal del Partido Progresistas, Hollman Morris, denunció en su cuenta de Twitter «la brutalidad del Esmad contra manifestantes» y publicó un video donde muestra que lo ocurrido «no fue un accidente» como asegura Peñalosa.
Redacción Lechuguinos