Venezolana quiso embellecer su cuerpo y ahora se encuentra internada en hospital de Colombia por mala praxis médica
María Esthel Petti Brito, la joven de 20 años, es natural de Barquisimeto. Ella está residiendo en un apartamento en el barrio Porvenir, en Barranquilla-Colombia, y se gana la vida trabajando en una peluquería. Sin embargo, desde hace 15 días permanece internada en el Hospital General de Barranquilla.
Una joven de nacionalidad venezolana, de 20 años, está siendo atendida en el Hospital General de Barranquilla por complicaciones derivadas de la inyección de al menos 1,5 litros de silicona en sus glúteos que, al parecer, le hizo un transgénero a domicilio tras pagarle 300 mil pesos.
El procedimiento clandestino fue realizado en un cuarto del apartamento donde reside la joven. Fue acostada bocabajo en una cama con las sábanas desordenadas. Colocaron una bolsa negra para evitar manchas.
Los 1,5 litros fueron aplicados a través de cuatro inyecciones, dos en cada glúteo. Al lado del cuerpo de la joven, la persona que le realizó el procedimiento colocó una bolsa de algodón.
La imagen muestra que la silicona fue colocada en un vaso metálico con el que se toma agua en cualquier casa, que estaba situado en una bandeja del mismo material.
Los glúteos de la joven se ven hinchados, rojos y maltratados. Curiosamente, la misma persona que le aplicó la silicona le tomó la foto para tener registro del procedimiento clandestino.
«Definitivamente es importante que el pueblo conozca que todos los procedimientos que requieren inyectar un producto en el cuerpo tienen que tener un aval médico», sostuvo Nancy Ramos, presidenta de la Asociación de Medicina Estética de Colombia, en entrevista con el periodista Jorge Cura, director de Atlántico en Noticias y el portal Zona Cero.
A la profesional de la estética, le pareció «terrible» este caso puesto que la persona que le aplicó este producto a la joven lo hizo en el lugar de residencia.
Añadió que «cada procedimiento requiere una sala especial, de acuerdo con su clasificación».
La joven venezolana permanece en la UCI del hospital en muy delicado estado de salud.
“Ayer la intervinieron quirúrgicamente por segunda vez y tiene oxigeno porque el doctor dice que tiene los riñones destruidos completamente y de por vida tiene que vivir con una maquina porque la van a dializar tres veces por semana. Ese es el pronóstico que da el médico, pero yo soy cristiana, creo en un Dios vivo de poder y yo declaro que ella tiene riñones nuevos”, reveló la tía.
Redacción Lechuguinos