Iván Duque, siguiendo instrucciones de EEUU, atacó a Monómeros para intentar romper el diálogo venezolano en México.
El presidente de la República Nicolás Maduro aseguró que las acciones oprobiosas de la Superintendencia colombiana, que se adueñó de la empresa Monómeros, es una flagrante provocación para romper el proceso de diálogo que se lleva a cabo en México entre el gobierno nacional y la oposición guaidosista.
Iván Duque, aseguró Maduro, responde a los intereses de Washington, que busca interferir en las negociaciones que se desarrollan con la mediación de Noruega, en una segunda ronda que calificó «exitosa».
Luego de que se anunciaran los dos acuerdos firmados por ambas delegaciones, en las que se compromete la gestión de la pandemia en Venezuela y la defensa del Esequibo, Colombia anunció que tomaría Monómeros para resarcir gastos propios de la mala gestión de la empresa, en manos de Guaidó desde 2019.
Pese a que Monómeros pertenece solo a Venezuela desde 2016, sus operaciones continúan en la ciudad de Barranquilla, Colombia, y su nombre «Monómeros colombo venezolana» se mantiene. No obstante, ya el gobierno neogranadino no tiene que ver con el funcionamiento de la empresa, filial de la estatal venezolana Pequiven.
Con el reconocimiento de Iván Duque a Guaidó como supuesto «presidente interino» de Venezuela, cedió el control total de esta empresa en Colombia y así, esta «gestión» aseguró su quiebra.
Ahora que el ala extremista de la oposición venezolana, apoderada de las empresas y recursos en el extranjero, se vio forzada a negociar, llegan las provocaciones con lo que el gobierno de Venezuela calificó más temprano en un comunicado como un «robo» y un «asalto» al pueblo.