En un acto de miseria humana el candidato derechista a la presidencia de Perú Daniel Salaverry calificó de enfermos a migrantes venezolanos.
Daniel Salaverry, candidato presidencial del partido derechista Somos Perú, aseguró en una entrevista que de llegar a la presidencia, expulsará a cualquier extranjero que resida en el país ilegalmente y en particular, amenazó que deportará a los venezolanos –a quienes tildó de «delincuentes»– por miles.
“Esta gente está enferma, ya no tiene arreglo, hay que mandarlos de regreso a su país y que se encargue Maduro, pues. Si no viene a recoger usted a sus compatriotas, señor Maduro, yo se los voy a mandar en barco. Y por miles”, dijo Salaverry en una entrevista que fue difundida en la cuenta de Twitter de Somos Perú.
Según el político, que pertenece a la tolda del expresidente Martín Vizcarra, destituido por el Congreso el pasado 10 de noviembre por su presunta implicación en actos de corrupción y recientemente en el ojo del huracán por haberse vacunado contra la COVID-19 aplicando tráfico de influencias, implementará «una leva –reclutamiento– con el apoyo de las Fuerzas Armadas» orientada a detener y a expulsar a los extranjeros que no estén al día con sus trámites migratorios, tras lo cual serán subidos a un barco y dejados a su suerte «en el primer puerto» disponible fuera de sus fronteras.
«Me van a decir de todo: no me interesa. Aquí hay que darle seguridad a los peruanos, no podemos permitir que sigan asaltando y asesinando todos los días a los peruanos, extorsionándolos como ocurre (…) en muchas partes en Perú», justificó.
Salaverry también la emprendió contra los colombianos residenciados en el país andino, a quienes acusó de otorgar créditos a personas a las que luego extorsionarían con el cobro de intereses usureros.
Estas declaraciones se suceden a una nueva oleada de ataques xenófobos en contra de venezolanos, que ha dejado un saldo de al menos tres venezolanos asesinados brutalmente durante el último mes.
Además, el 21 de febrero, un grupo de manifestantes atacó la sede de la embajada de Venezuela en Lima con palos y piedras, mientras pronunciaban insultos de tinte marcadamente xenófobo, sin que las autoridades hicieran nada para impedir el asalto.
Ante esto, el gobierno del presidente Nicolás Maduro exigió que Perú cumpliera con las obligaciones establecidas en la Convención de Viena relativas al resguardo y protección de las sedes diplomáticas venezolanas en ese país, así como de su personal, al tiempo que rechazó «las campañas de xenofobia» en contra de los venezolanos que allí residen.