Brasil elige este domingo a su nuevo presidente en unas elecciones más complejas, polarizadas e impredecibles de su historia democrática.
Día decisivo para Brasil. Más de 147 millones de electores están convocados a participar en las elecciones generales del país. Se elige al presidente y vicepresidente, diputados, senadores, gobernadores y legisladores regionales.
Trece candidatos compiten por la presidencia. Los dos favoritos son el candidato ultraderechista, Jair Bolsonaro y excalcalde de Sao Paulo, el socialista Fernando Haddad del Partido de los Trabajadores (PT) del encarcelado ex presidente Luis Inácio Lula da Silva.
Se trata de unas elecciones presidenciales más polarizadas que nunca. El apuñalamiento de Bolsonaro, y la sustitución de Haddad por Lula, encarcelado por supuestos delitos de corrupción, han hecho de la campaña electoral la más turbulenta de los últimos años en Brasil.
Los sondeos prevén una segunda vuelta para el 28 de octubre entre Bolsonaro y Haddad, quienes han intercambiado fuertes acusaciones durante la campaña electoral.
Bolsonaro, en un mensaje en su cuenta en Twitter, insistió en que Brasil no merece ser gobernado desde la cárcel, en clara referencia a Lula da Silva, ni por ahijados políticos de los presidiarios, ya que Haddad fue escogido por el ex presidente como su sucesor en la disputa.
Haddad, por su parte, acusó a Bolsonaro de no tener compromiso con la democracia.
Quien resulte electo sucederá a Michel Temer, el más impopular de los mandatarios desde la restauración de la democracia en 1985, y tendrá por misión recomponer la credibilidad del Estado después de años de crisis económica, violencia endémica y escándalos de corrupción.
Redacción Lechuguinos/Con información de HispanTV