Un Bolsonaro enfermo de poder, asegura que hay tres opciones en su futuro inmediato “ser arrestado, estar muerto o ganar”.
“Tengo tres alternativas para mi futuro: ser arrestado, estar muerto o ganar. Puede estar seguro de que la primera alternativa no existe. Estoy haciendo lo correcto y no le debo nada a nadie”, afirmó el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, en un encuentro con evangélicos durante una visita a la ciudad de Goiania, capital del estado brasileño de Goiás (centro).
Las declaraciones del mandatario se produjeron en momentos en que sigue bajo investigación en cinco causas a cargo del Tribunal Supremo Federal (TSF) y del Tribunal Electoral, entre ellas por supuesto esquema de difusión de falsas noticias.
Además, Bolsonaro, cuya popularidad se ha reducido a mínimos históricos, intensificó su retórica y atacó a las autoridades electorales por rechazar sus acusaciones de fraude electoral a través del sistema de máquinas de votación electrónica.
Ante las acusaciones infundidas de Bolsonaro sobre la inseguridad del actual sistema de voto electrónico, el TSE de Brasil pidió el 2 de agosto a la Corte Suprema de Justicia abrir una investigación administrativa contra el mandatario por “abuso del poder” y su campaña de difamación contra el actual sistema electrónico de votación que utiliza el país desde 1996.
En los últimos meses, el Gobierno de Bolsonaro ha experimentado una espiral de tensiones debido a su negligente manejo de la pandemia de la COVID-19, sus políticas socioeconómicas, actos de corrupción, incumplimiento de obligaciones y otros presuntos delitos, incluso hay más de 130 peticiones para abrir un proceso de destitución (impeachment) en su contra.