El cardenal Baltazar Porras, prohibió misa que sería ofrecida por el sacerdote Numa Molina en honor a las víctimas de la violencia opositora
Una misa que sería presidida por el sacerdote jesuita Numa Molina, la cual se celebraría en honor a las víctimas de la violencia terrorista promovida por la derecha fascista, no pudo celebrarse a consecuencia de la prohibición y saboteo de un cardenal venezolano y obispo de Mérida llamado Baltazar Porras, quien no teme faltar a las leyes de Dios con tal de apoyar a la derecha apátrida a la que apoya.
La denuncia fue realizada por el propio padre Numa Molina, párroco de la colonial Iglesia de San Francisco, ubicada en el centro de la capital, Caracas, quien hizo público el hecho con una nota divulgada por mensajería directa. Donde escribió “Baltazar Porras obispo de Mérida me prohibió hoy celebrar la misa en el territorio de la Diócesis de Mérida”.
Asimismo detalló que la comunidad del barrio Gonzalo Picón en la ciudad de Mérida tenía preparada la celebración de una misa por “Tomatico” una de las victimas del terrorismo en abril pasado. La sorpresa fue que Baltazar Porras me informó a través de un jesuita que no me permitía celebrar misa en Mérida. Quien es el dictador?, se preguntó.
Ahora bien la víctima objeto del homenaje es el trabajador de la Gobernación de Mérida Luis Enrique Márquez, asesinado el lunes 24 de abril, por pistoleros que atacaron a un grupo de personas que rechazaban un cierre de vías en el sector El Viaducto de la capital merideña. En el hecho también fue asesinado el trabajador Jesús Leonardo Sulbarán, y herido gravemente el estudiante de la ULA (universidad local ) y trabajador del trolebús, Daniel Infante.
Para cerrar el padre Molina es el sacerdote que oficia misa dominical televisada, que transmite el canal estatal Venezolana de Televisión. Asimismo es un frecuente crítico de las actuaciones que la cúpula religiosa promueve contra el Gobierno y la Revolución Bolivariana.
Redacción Lechuguinos