La ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, rechaza que el protocolo de uso de armas de fuego para las cuatro fuerzas de seguridad sea fascista.
La funcionaria enfatizó en una entrevista con los medios locales que dicha resolución cuenta con el respaldo del presidente de Argentina, Mauricio Macri, y agregó que él “ayuda a clarificar” los casos en que los agentes fueron condenados tras cumplir con su “deber”.
“Cuando un policía actúa como policía, ni debería pasar por el juzgado. No debería estar en la cárcel ni medio día (…) En los últimos casos hemos logrado sacar de esa situación a una enorme cantidad de policías y gendarmes que iban a ser condenados como homicidas y terminaron absueltos porque explicamos cuál había sido la conducta. Estaban defendiendo al ciudadano”, reiteró Bullrich.
Asimismo, defendió que el reglamento no es un nuevo y que es una copia de las resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Al ser preguntado por las críticas de la oposición que califican de fascista el protocolo, Bullrich hizo hincapié de que solo es un reglamento simple y corto para proteger la sociedad y las fuerzas de seguridad.
“No viola los derechos humanos ni es fascista”, repudió de este modo las declaraciones de la legisladora de Cambiemos, Elisa Carrió, quien advirtió de ir hacia el fascismo con esta reglamentación.
El Ministerio de Seguridad de Argentina oficializó el lunes este reglamento que otorga mayores libertades a las fuerzas federales y les autoriza el uso de armas de fuego ante cualquier “peligro inminente”, de manera que podrán descargar su armamento sin dar la voz de alto o sin que medie una agresión directa e, incluso, disparar contra personas que estén huyendo.
Conforme a datos proporcionados por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), durante 2017, tan solo en Buenos Aires (la capital argentina) y el Conurbano, 146 personas murieron bajo circunstancias violentas en las que se registró una participación policial. La Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) alerta que cada 23 horas hay un caso de “gatillo fácil” en Argentina.
Redacción Lechuguinos-HispanTV