Al parecer a los altos funcionarios de la Alcaldía de Valencia les importa más el show que el mejoramiento de la ciudad
Las redes sociales dan para todo, y la obsesión de algunos por llamar la atención con cosas tan superfluas supera la imaginación de cualquier persona en sus cabales. El ejercer un cargo público como en una Alcaldía, para muchos que realmente están comprometidos con la comunidad, es como un apostolado; es la entrega total por la mayor suma de felicidad posible para la comunidad para la que trabaja.
Esto, al parecer es desconocido para los que dirigen la Alcaldía de Valencia, que cada día demuestran su poco respeto y cariño que sienten por la ciudad y los que allí habitan y le dieron su confianza con votos.
En días pasados, el jefe de prensa de la Alcaldía de la capital carabobeña, el opositor Domingo Bacalao utilizó tiempo laboral y equipos que pertenecen al pueblo valenciano para hacer el reto del “Desafío Maniquí” o Mannequin Challenge como se le conoce en inglés.
El reto del Mannequin Challenge consiste en grabar un vídeo con todos los protagonistas inmóviles, como en medio de una escena congelada, igual que maniquíes (de ahí su nombre). Es una total vergüenza y un irrespeto total hacia la población valencia, que ve su ciudad caerse a pedazos llena de basura, huecos y otras dolencias mientras sus directores juegan a quedarse quietecitos, todo esto bajo la aprobación del alcalde reposero Miguel Cocchiola.
Redacción Lechuguinos