La Alianza Alba-TCP, que agrupa a Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, entre otros países, ve alarmante la situación en Colombia.
La Alianza Alba-TCP repudió a la violencia física, detenciones arbitrarias, desapariciones, y abusos sexuales cometidos por las fuerzas del orden colombianas.
En esta cita virtual Alba-TCP, bautizada como Reunión con Centros de Pensamiento del Sur Global, de África, América, Europa, el canciller venezolano citó la importancia de la batalla de las ideas en el mundo y condenó la represión del movimiento indígena en Colombia.
Mientras tanto, el mandatario colombiano sigue con su postura beligerante hacia las manifestaciones. Ordenó “el mayor despliegue que se tenga de capacidades de la fuerza pública” en la ciudad de Cali, uno de los epicentros de las marchas antigubernamentales, so pretexto de cuidar a los ciudadanos.
Las declaraciones de Duque se producen después de que varios sujetos sin uniforme dispararan, junto a la Policía, contra la marcha indígena a las afueras de Cali, dejando a 10 de ellos heridos.
Las movilizaciones comenzaron el 28 de abril en contra de la ya retirada reforma tributaria del Gobierno pero continúan contra un intento de reformar la salud, contra la brutalidad policial y la compleja situación de inseguridad. La fuerza pública ha reprimido violentamente a los manifestantes y ha habido choques que según organizaciones sociales ha dejado unos 47 muertos, centenares de heridos y unos 360 desaparecidos.
La ONU, la Unión Europea, la OEA, organizaciones de derechos humanos y varios países denuncian muy módicamente el uso desproporcionado de la fuerza por parte de los agentes durante las manifestaciones, que han sido en su mayoría pacíficas.