La oposición venezolana ha usado la Asamblea Nacional para impulsar su agenda golpista
Desde la instalación de la nueva Asamblea Adeco-burguesa el pasado 5 de enero del 2016, el Parlamento venezolano dominado por la oposición al presidente Nicolás Maduro ha llevado a cabo un agenda para provocar la salida del mandatario venezolano.
A través del empleo de estrategias propias del “golpe suave” de acciones y ataques fomentados desde el extranjero, que se basan en el boicot la manipulación informativa, la movilización y la infiltración de gente violenta en manifestaciones, entre otras, la derecha venezolana pretende reeditar el golpe de 2002.
Utilizar la Asamblea Nacional para dar el golpe, es solo una de las estrategias y artimañas de la cual se ha valido la derecha. Aquí le explicamos cómo funciona la agenda golpista de la oposición venezolana.
- Uso de los medios Una agenda diaria para hablar negativamente de Venezuela, situación sólo comparable con los preparativos de la invasión a Libia y Siria. Las redes sociales también han sido escenario de las arremetidas de la oposición contra el Gobierno de Nicolás Maduro. En marzo de 2015, las autoridades denunciaron una serie de imágenes manipuladas y tergiversadas por medios internacionales que intentaban hacer creer en el exterior que en Venezuela había represión y no libertad de protesta.
- Injerencia Extranjera En el año 2015, una orden ejecutiva de la Casa Blanca declaró a Venezuela como una amenaza «inusual y extraordinaria» a su seguridad nacional. El Decreto, apoyado por la oposición, fue ratificado por el presidente de Estados Unidos en marzo 2016.
- Guerra Económica A mediados del 2015, la derecha venezolana, a través de empresas privadas, acentuó la guerra económica en Venezuela, afectando la vida de millones de venezolanos con el acaparamiento de alimentos y productos de la canasta básica, además de la reventa de enseres y artículos de primera necesidad, con el objetivo de responsabilizar al gobierno.
- Las Guarimbas Grupos violentos de la extrema derecha comenzaron a ejecutar sus planes golpistas mediante las «guarimbas» como estrategia insurrecional que implica el cierre arbitrario de calles, quema de basura, agresiones con objetos contundentes, alambres dispuestos a la altura del cuello y disparos, que suponen el encierro de los ciudadanos en sus casas por temor a perder la vida.