Calzadilla, quien integra el coro oposicionista que pide forzar salidas contra la institucionalidad en Venezuela, viajó a Buenos Aires empleando recursos que difícilmente hayan salido de su peculio personal. En la capital gaucha, se reunió con el presidente de la Cámara de Representantes del Congreso Nacional albiceleste, diputado Emilio Monzó.
De mal humor fueron las declaraciones de Calzadilla, las cuales estuvieron orientadas a convencer a la opinión pública de que “en Argentina están muy preocupados por el grave deterioro de nuestro nivel de vida”, dejando de lado el agudo cuadro que en ese mismo sentido padece el noble hermano pueblo de San Martín.
Para variar, y siguiendo la cartilla de quienes aúpan una intervención foránea en la República Bolivariana de Venezuela, Calzadilla oxigenó a la Organización de Estados Americanos (OEAO), la solicitud de “tratar los temas que nos preocupan” refiriéndose por supuesto a la salida violenta del Presidente Constitucional Nicolás Maduro y la intervención extranjera.
Lo que realmente preocupa es que el dinero de todas y todos los venezolanos, siga siendo usado por la contrarrevolución para exigir la intervención de nuestros destinos, porque nada parece indicar que fue fructífero para la nación el viaje que hizo a Argentina el segundo vicepresidente de la Asamblea Nacional (AN), Simón Calzadilla.
Redacción Lechuguinos
