Las políticas sancionatorias de Estados Unidos, en contra de Venezuela ha fracasado rotundamente, pese a quen han afectado al pueblo.
A confesión de partes relevo de pruebas, es un axioma jurídico que parece dar al traste con la campaña de Washington contra el presidente Nicolás Maduro y sobre todo la naturaleza de las políticas sancionatorias contra Venezuela.
Y es que nuevamente, el periodista estadounidense William Neuman, revela detalles de verdades incómodas de parte de la Casa Blanca, que cuestan ser asimiladas por la administración de Joe Biden, pero que otorgan legitimidad al presidente Nicolás Maduro.
De acuerdo a William Neuman, «Estados Unidos debe poner fin a su política de dos piernas rotas sobre Venezuela«, esto en alusión a las sanciones y la catalogada crisis migratoria venezolana.
William Neuman en su artículo publicado en el medio Boston Globe, explica cómo las medidas coercitivas han promovido el flujo migratorio venezolano.
En su metáfora sobre las dos piernas rotas, el articulista estadounidense indica que la primera pierna rota, es endilgada al colapso económico extremo de Venezuela.
Mientras que las sanciones de EEUU, es la segunda pierna rota, dado que las sanciones solo agravan la crisis económica.
Un caudal de dólares
Refiere que según la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) Estados Unidos ha gastado más de $2.300 millones desde 2017 para hacer frente a la «crisis humanitaria» venezolana.
Adicionalmente a ello, se incluyen más de $315 millones entregados a organizaciones que trabajan dentro de Venezuela.
Fondos que tienen como objetivo, de acuerdo a la lógica de la Casa Blanca «paliar el hambre y las deficiencias en la atención sanitaria«.
Estados Unidos mantiene las sanciones que están contribuyendo a la crisis humanitaria mientras envía millones de dólares de los contribuyentes para ayudar a mejorar esa misma crisis. ¿Qué sentido tiene eso?
Migrantes venezolanos: ¿Peones políticos?
Por otra parte, Neuman señaló que existen ciudades estadounidenses dispuestas a acoger a migrantes venezolanos.
Pero que lejos de ser ayudados, son utilizados como «peones políticos«, señalando a los gobernadores republicanos, como el gobernador de Florida, Ron DeSantis.
Igualmente, Neuman deja algunas perlas sobre esta situación de las sanciones de EEUU contra Venezuela, entre ellas podemos citar:
Ayudan a validar que Venezuela es víctima de una guerra económica.
Encuestas muestran que una gran mayoría de los venezolanos se oponen a las sanciones dirigidas a la economía y no a los individuos.
La mejor razón para levantar las sanciones es aliviar el sufrimiento de los venezolanos.
Si la forma de acabar con la corrupción es paralizar la economía hasta el punto de que millones de personas pasen hambre y huyan del país, entonces se está castigando a las personas equivocadas.
Sin poder sacar a Maduro
Otra de las aristas detalladas por Neuman, radica en las acciones impulsadas por Donald Trump en contra del líder venezolano, que lejos de lograr su cometido, han permitido que Maduro permanezca en el poder.
«En 2017, la administración Trump comenzó a imponer sanciones económicas generales (en contraposición a las sanciones contra individuos responsables de violaciones de derechos humanos u otras transgresiones). El objetivo inicial era presionar al represivo y antidemocrático Maduro para que permitiera unas elecciones libres y justas. Más tarde, el objetivo era obligar a Maduro a abandonar el poder. Pero las sanciones no han logrado ninguno de los dos objetivos» enfatizó.
Al tiempo que cuestiona el rol del gobierno estadounidense en apoyar a un sector extremo de la oposición vinculada a Juan Guaidó.
«Maduro está más seguro en el poder hoy que hace cinco años y la oposición, que Estados Unidos apoya, es más débil» recalca Neuman.