Pese a las sanciones de Occidente contra Rusia, el país euroasiático mira a otros mercados y fortalecer su cooperación estratégica con China.
Las relaciones entre Moscú y Beijing han implementado importantes proyectos en el ámbito de la industria, agricultura y transporte, lo que ha permitido también la comercialización en monedas locales.
Al respecto, el canciller ruso Serguéi Lavrov ponderó la intención de ambos países de aumentar el uso de monedas nacionales en sus pagos.
«En un momento en que Estados Unidos y la Unión Europea han convertido sus monedas en un instrumento de chantaje; tenemos la intención de desarrollar una infraestructura financiera independiente y aumentar significativamente el uso del rublo y el yuan en los pagos entre nuestros países», recalcó Serguéi Lavrov.
En este sentido, los pagos con contrapartes rusas superaron los 840 millones de yuanes, es decir más de 128 millones de dólares; un 370 por ciento más que en los primeros cuatro meses de 2021.
Alianzas energéticas
Con relación al suministro de gas natural licuado (GNL) de Rusia a China, este aumentó un 15 por ciento interanual entre enero y abril.
A su vez, el crecimiento de la importación de China está reflejado en 1,43 millones de toneladas más que en igual período de 2021.
Según los datos divulgados, en términos de valor, la importación de este portador energético ruso se amplió 2,45 veces, por un monto de mil 320 millones de dólares.
En términos de volumen físico de suministros de GNL a China, la nación euroasiática subió del sexto al cuarto puesto de los suministradores de este rubro.
El crecimiento de las exportaciones de Rusia de combustibles y otros insumos a China responde a la estrategia gubernamental de Moscú; esto en aras de diversificar sus productos energéticos a Asia.
Tomando en cuenta la escalada de sanciones de Occidente, entre las que destacan el embargo de su petróleo.