Luego de andar mal entonados y haciendo acusaciones sin presentar pruebas, el coordinador legal del Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos (PROVEA), Marino Alvarado y el cura Alfredo Infante, coordinador de derechos humanos del Centro Gumilla, andan pidiendo cacao al gobernador del estado Carabobo, Rafael Lacava.
Luego que Lacava demandara a este par de nefastos por difamación e injuria, los representantes de Provea y el Centro Gumillas salieron a pedir una “conciliación con justicia”.
Sin embargo, “los defensores de los derechos humanos” insistieron en sus señalamientos sobre la supuesta responsabilidad del gobernador en unos presuntos asesinatos extrajudiciales y bajo el burdo argumento de “dar el ejemplo” insistieron en que se investiguen los hechos de los cuales no presentaron pruebas.
“En ningún momento estamos queriendo confrontaciones. Lo que se pueda resolver en negociación, y que esa negociación no alimente la impunidad, sino que alimente la protección de la vida, nosotros apostamos por ella”, aseguró el cura Infante en claro cambio de tono.