El gobierno de Rusia impuso una serie de sanciones en contra del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el secretario de Estado, Antony Blinken, como una medida de reciprocidad ante el bloqueo sin precedente impuesto por el imperialismo a la nación euroasiática.
De acuerdo con un comunicado divulgado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia las sanciones en contra de los altos funcionarios gringos están dirigidas en áreas financieras, bancarias y otras necesarias “para proteger la economía rusa y garantizar su desarrollo sostenible”.
«Este paso, emprendido en calidad de reacción simétrica, fue una consecuencia inevitable del curso extremadamente rusófobo tomado por la actual administración de EEUU, la cual, en un intento desesperado por conservar la hegemonía estadounidense, apostó por una contención frontal con Rusia, dejando a un lado todas las normas éticas», indica el comunicado.
Asimismo, se informó que además de los principales “líderes” estadounidense también fueron sancionados el secretario de Defensa de EEUU, Lloyd James Austin; el presidente del Estado Mayor Conjunto de EEUU, Mark Milley; la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki; el director de la CIA, William Burns; y el consejero de Seguridad Nacional de la Administración Biden, Jacob Sullivan.
De igual manera, la cancillería rusa no descartó mantener conversaciones con estos funcionarios estadounidenses en caso que sea necesario organizar contactos de alto nivel.