En un acto de evidente Xenofobia, el Gobierno de Piñera expulsó a 70 venezolanos y 50 colombianos de Chile.
En un vuelo chárter, el Gobierno chileno expulsó este jueves a 120 migrantes venezolanos y colombianos, en la que se considera «la mayor operación de deportación realizada este año», que forma parte de una avanzada con la que se pretende echar a unas 1.500 personas antes de que concluya el 2021, recoge un despacho de EFE.
Según cifras oficiales referidas en la nota periodística, la mayor parte de los deportados –más de 70– eran de nacionalidad venezolana. A todos se les hizo volver a sus países de origen por haber ingresado a Chile a través de pasos ilegales «o por haber cometido crímenes que van desde el tráfico de migrantes al homicidio, pasando por el robo con intimidación», si bien no se ofrecieron detalles acerca de cuántos de los expulsados habrían cometido delitos en suelo chileno.
Aunque la política de deportaciones masivas implementada este año por el gobierno de Sebastián Piñera ha sido ampliamente criticada por diversos sectores sociales y políticos de Chile e incluso por la Organización de Naciones Unidas, las autoridades chilenas han alegado reiteradamente que solamente buscan hacer cumplir la ley.
En ese orden, Álvaro Bellolio, director del Servicio Nacional de Migraciones dijo a EFE que «hay intentos de organizaciones de detener estas expulsiones, pero el Estado de Chile y el Ministerio del Interior cumplen con la ley y los extranjeros que cometan delitos o entren clandestinamente serán expulsados».
De acuerdo con datos mencionados por la agencia española, desde abril, que entró en vigor la nueva Ley de Migraciones, que obliga a los extranjeros a obtener visa para ingresar a Chile en sus propios países, más de 800 personas han sido obligadas a abandonar el territorio chileno a bordo de siete vuelos.