Este viernes el Ministerio de Relaciones Exteriores de la Federación de Rusia afirmó que Washington presiona fuertemente a Cabo Verde en el caso del diplomático Alex Saab para que no tenga un juicio justo.
“Washington ha ejercido una fuerte presión sobre las autoridades caboverdianas y el sistema judicial de este país en un esfuerzo por obtener su extradición”, expresa el comunicado publicado por la Cancillería rusa.
Rusia señaló además que el proceso que se le sigue al Enviado Especial Alex Saab “tiene motivaciones políticas”, para boicotear el diálogo entre el Gobierno y las oposiciones en México.
“Washington está, de hecho, tratando de utilizar a A. Saab como palanca de presión adicional sobre el gobierno venezolano”, dice el texto.
A continuación, el comunicado íntegro:
Rusia, como país de apoyo al proceso de negociación entre el Gobierno de Venezuela y la opositora Plataforma Unitaria, invariablemente llama a todos los miembros de la comunidad internacional a contribuir a crear el ambiente más favorable y constructivo en torno al diálogo que se desarrolla actualmente en la Ciudad de México. En este sentido, algunas acciones de actores externos despiertan preocupación, que presentan riesgos de socavar la frágil confianza que se ha desarrollado entre las partes.
En particular, quisiéramos volver a llamar la atención sobre la situación en torno al enviado especial del Gobierno de Venezuela A. Saab. Como saben, en junio de 2020, fue detenido a petición de los Estados Unidos por las fuerzas del orden de Cabo Verde. Desde entonces, Washington ha ejercido una fuerte presión sobre las autoridades caboverdianas y el sistema judicial de este país en un esfuerzo por obtener su extradición.
Consideramos que el enjuiciamiento penal de A. Saab, quien tiene estatus diplomático y realizó una misión humanitaria, tiene motivaciones políticas.
Dejando los aspectos legales de este problema fuera de los corchetes, en la superficie hay una clara proyección de la línea sobre la «culminación» del caso A. Saab sobre el actual proceso de diálogo en la Ciudad de México. Ahora, cuando se discuten de manera sustantiva cuestiones importantes allí, y que en un grado u otro afectan la política de Estados Unidos hacia Venezuela, Washington está, de hecho, tratando de utilizar a A. Saab como palanca de presión adicional sobre el gobierno venezolano. Vemos esto como una seria amenaza a los esfuerzos de las partes por encontrar formas mutuamente aceptables para el desarrollo futuro de este país.
Destacamos que solo los mismos venezolanos pueden determinar su propio destino y son capaces de superar las diferencias existentes en la sociedad venezolana en el transcurso de un proceso político de respeto mutuo. Consideramos importante darles a los venezolanos la oportunidad de tomar esa decisión por su cuenta. Los intentos de interferencia destructiva externa son inapropiados aquí, la responsabilidad de las consecuencias de tales acciones recaerá en aquellos que directa o indirectamente las realicen.