EE.UU. se está poniendo ansioso de que América Latina recibe las vacunas chinas COVID-19.
Estados Unidos considera como una “amenaza” a su patio trasero, la creciente cooperación de las empresas chinas en materia de vacunas con los países de América Latina, entre ellos, Uruguay que recibirá su primer lote de Sinovac el jueves, según publicó el martes el diario chino Global Times.
Conforme subraya la nota, Argentina, México, Perú, Chile, Colombia, y Brasil son los Estados que hasta ahora han acogido principalmente o esperan recibir la vacuna de fabricación china.
Sin embargo, precisa el texto, algunos medios y ciertas figuras estadounidenses acusan a China de intentar ganar influencia en los países en desarrollo, con la llamada estrategia de “diplomacia de la vacuna”.
En este sentido, el periódico estadounidense Wall Street Journal, ha publicado esta semana una nota con el mismo enfoque titulado “China despliega la vacuna anti-COVID-19 para fomentar influencia, poniendo a EE.UU. Al margen”.
También, la agencia estadounidense de noticias The Associated Press, informó que la creciente influencia económica y diplomática de China en la región ha preocupado a los políticos estadounidenses, quienes han calificado al gigante asiático como una “amenaza a la seguridad nacional”.
A su vez, expertos chinos, citado por Global Times, han rechazado estas acusaciones, denunciando la mentalidad de suma cero del país norteamericano.
Los acuerdos de vacunas de China no son exclusivos y el país siempre da la bienvenida a la cooperación conjunta con América Latina, expresó Xu Shicheng, investigador del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Academia China de Ciencias Sociales (CASS, por sus siglas en inglés).
“China no tiene como objetivo ni puede proveer la necesidad de vacuna de toda la región. EE.UU. debería ser su proveedor prioritario, pero la realidad es que está ocupado con sus propios asuntos”, dijo Shicheng.
Por su parte, Lü Xiang, otro investigador de CASS, destacó la caótica gestión de la pandemia por EE.UU., atribuyéndola al que el país politizó el brote vírico.
Redacción Lechuguinos