Los científicos del IVIC, demuestran la capacidad del medicamento venezolano Carvativir, en el bloqueo de la infección del SARS-CoV-2.
Investigadores del IVIC confirmaron el Carvativir desarrollado en Venezuela tendría efectos potencialmente positivos en la salud de los pacientes contagiados por COVID-19.
El doctor en Virología, Héctor Rangel, quien lidera los estudios sobre fármacos potenciales contra el SARS-CoV-2 desde el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), afirma que el Carvativir ha mostrado actividad antiviral “in vitro”.
“Evaluamos distintas concentraciones de este compuesto en células infectadas con SARS-CoV-2. Con concentraciones crecientes del Carvativir, se observó una disminución en la formación de placas líticas. Eso indica una actividad antiviral. Repetimos el ensayo un par de veces, y encontramos el mismo comportamiento”, dijo Rangel.
El Carvativir es una experiencia de una línea de investigación venezolana de evaluación de compuestos naturales y sintéticos contra el SARS-CoV-2.
“El origen del Carvativir es el isotimol, como principio activo natural, aislado del orégano y el tomillo”, así lo ratificó la ministra para Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez.
El efecto antiviral del Carvativir se evaluó en células infectadas para conocer si el mecanismo probable de acción del isotimol sobre el virus se centraba en el receptor, en la proteína de la espiga, en la proteasa, y afectaba la replicación.
¿El resultado? El Carvativir “bloquea” o “frena” la infección viral de una forma dosis-dependiente.
¿Qué incluyó la investigación venezolana sobre el Carvativir?
Aislamiento e identificación de principios activos.
Modelaje molecular.
Estudios “in vitro” y ensayos “in vivo”.
Estabilidad química.
Estudios clínicos por 4 meses, en pacientes positivos a COVID-19, con sintomatología comprobada.
Evaluación estadística en EE. UU.
Por su parte, el doctor en Química con maestría en Química Aplicada de la Universidad de Los Andes (ULA), Alexander Briceño, indicó que el Departamento de Química Medicinal del IVIC hizo una serie de ensayos químicos y análisis para evaluar la estabilidad del isotimol, en el Laboratorio de Bioequivalencia y Biodisponibilidad.
“Validamos los componentes de la formulación del Carvativir y las relaciones en la que se hallan, así como la estabilidad de las emulsiones desarrolladas a lo largo del estudio. Estas pruebas coincidieron con otras experiencias hechas en otros países”, destacó Briceño.
“Los investigadores no sabían que era isotimol. Llegó como una muestra problema. Después, en la cromatografía y en el espectro de masa, se confirmó la presencia del isotimol”, aseguró ministra Gabriela Jiménez.
Para el análisis de los ensayos clínicos del Carvativir, se utilizaron dos laboratorios privados debido a las las dificultades de acceso a reactivos y a equipos de medición, impuestas por el bloqueo imperial y para tener una tercera opinión, de gran prestigio en el extranjero.
La Clínica Mayo, de EE.UU., evaluó los niveles de citoquina en los plasmas sanguíneos de los pacientes que recibieron el Carvativir y en los que recibieron placebo.
Los pacientes tratados con el Carvativir evidenciaron un efecto inmunomodulador, según informó la ministra Jimenez.
Luego de la medición del efecto antiviral e inmunomodulador del carvativir, se hizo un seguimiento de la saturación y de la capacidad respiratoria.
Estudios preclínicos y clínicos sobre la efectividad del Carvativir sugieren que es un fármaco con “un efecto positivo” que podría usarse como tratamiento para la COVID-19.
Ya se tienen los artículos para una revista científica arbitrada y los informes para la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Este ejercicio que ha hecho Venezuela más que sumar capacidades, es voluntad. Hay capacidad, hay talento y hay voluntad”, subrayó la ministra Jiménez, al referirse a la situación del bloqueo económico impuesto por los EE.UU.