Álvaro Uribe deberá afrontar lo que sigue del proceso privado de la libertad en su domicilio. La decisión sin precedentes fue tomada de forma unánime por los cinco magistrados que llevan el caso contra el narcoparaco de la motosierra.
Nunca en la historia contemporánea de Colombia un expresidente de la república de Colombia había sido detenido. Eso acaba de pasar. La Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia ordenó imponer a Álvaro Uribe Vélez detención domiciliaria. Los cinco magistrados que integran el órgano judicial encargado de investigar y acusar al primer senador del Centro Democrático, le resolvieron situación jurídica con la imposición de una medida de aseguramiento de “detención preventiva en su domicilio”.
Uribe deberá responder por los presuntos delitos de soborno y fraude procesal. Se trata de un complejo expediente en el que hay cerca de una decena de testigos habrían recibido prebendas a cambio de rendir falsas versiones favorables al expresidente.
La detención domiciliaria debe empezar a cumplirse de inmediato y podrá prolongarse, máximo, por un año.
La Corte Suprema detectó que maniobras en ese sentido se dieron con el beneplácito de Uribe y a través de distintos emisarios entre 2015 y 2018; y se habrían repetido entre 2018 y 2019, cuando apareció en escena el polémico abogado Diego Cadena. Este está ahora mismo afrontando una imputación ante un juez por los mismos cargos. La necesidad de la medida de aseguramiento de la Sala de Instrucción contra Uribe se fundamenta en la reiteración, a lo largo de los años, de intentar obstruir a la justicia.