Mientras el país sigue bajo una estricta cuarentena, el vídeo del presidente chileno comprando vino ha airado al pueblo y desatado una ola de nuevas críticas.
Los escándalos en plena cuarentena persiguen al presidente de Chile, Sebastián Piñera. Mientras seis millones de personas se encuentran confinadas y la circulación sigue restringida en Santiago de Chile (capital chilena) y otras zonas del país suramericano por el nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, el jefe de Estado volvió a desatar gran indignación entre la ciudadanía al ser descubierto saliendo, con total relax, de una exclusiva licorería.
La acción generó críticas de los usuarios, que, en su mayoría, arremetieron contra el mandatario ironizando el hecho de si la bebida espirituosa es un producto de primera necesidad o no.
La salida a comprar de Piñera se produjo mientras que el vino no es considerado un artículo esencial durante la pandemia y los ciudadanos se hallan bajo una estricta cuarentena y solo pueden tramitar dos permisos por semana para poder circular por las ciudades.
Sin embargo, el ministro chileno de Salud, Enrique Paris, salió en defensa del presidente enfatizando que “la máxima autoridad en este caso debe dar el ejemplo, pero el mandatario tiene todo el derecho de comprar un queso, un baguette y una botella de vino, eso no es ningún pecado”.
Este nuevo escándalo se produjo una semana después de que Piñera fuera blanco de durísimas críticas por participar en el funeral de su tío, donde incumplió los protocolos sanitarios y abrió el féretro del difunto.
Chile, con 279 393 casos de contagiados y más de 5600 muertos, se encuentra entre los 10 países del mundo con más cantidad de infecciones totales de coronavirus.