EEUU pierde sus privilegios mientras que la hegemonía del dólar está llegando a su punto de colapso que la llevará a su fin.
EEUU está perdiendo sus privilegios globales, y muchos analistas pronostican un pronto colapso del dólar, señala Stephen Roach, profesor de la Universidad de Illinois y expresidente de Morgan Stanley Asia, y explica por qué la era de la moneda estadounidense está realmente llegando a su fin.
En la década de 1960, el entonces ministro de Finanzas francés Valery Giscard d’Estaing declaró que la era del «exorbitante privilegio» del dólar estadounidense como moneda de reserva primaria del mundo estaba llegando a su fin. Según Roach, el político se lamentó de que EEUU se apoyara libremente en el resto del mundo para mantener su nivel de vida excesivo.
«Durante casi 60 años, el mundo se estuvo quejando, pero no hizo nada al respecto. Esos días han terminado», comenta Stephen Roach en su artículo para Bloomberg.
Según el analista, en otros países hay serias dudas sobre la «presunción de exclusividad estadounidense».
Cualquier moneda, y el dólar no es una excepción, establece un equilibrio entre dos fuerzas: la base económica interna y las percepciones de otros países sobre la fortaleza o debilidad de una nación. El equilibrio tiende a cambiar, por lo que muchos analistas creen razonablemente en un colapso del dólar en un futuro próximo, escribe el analista.
En cuanto a la base de la economía del país, un profundo déficit de ahorros en Estados Unidos era evidente incluso antes de la pandemia de COVID-19, observa Roach. Y en el primer trimestre de 2020, el ahorro nacional neto se redujo al 1,4% del ingreso nacional, el nivel más bajo desde finales de 2011.
Sin ahorros internos y con el deseo de invertir y crecer, Estados Unidos aprovechó el papel del dólar como principal moneda de reserva del mundo. Para atraer capital extranjero, el país ha estado aumentando su déficit de cuenta corriente desde 1982.
Ante la pandemia y la consiguiente recesión, se estira la contradicción entre la falta de ahorros y el creciente déficit de cuenta corriente. Y la culpable es una «explosión» de los déficits presupuestarios del Gobierno. El dólar no se salvará en estas circunstancias.
Según Roach, lo hará la política del presidente de EEUU, Donald Trump: «Las políticas comerciales proteccionistas, la retirada de los pilares arquitectónicos de la globalización como el Acuerdo de París sobre el Clima, la Alianza Transpacífica, la Organización Mundial de la Salud y las tradicionales alianzas atlánticas, la grave mala gestión de la respuesta de COVID-19, junto con la desgarradora agitación social que no se había visto desde finales de los años 60: son todas manifestaciones dolorosamente visibles de la aguda disminución del liderazgo mundial de Estados Unidos».
Stephen Roach opina que a finales de este año o a principios de 2021, el dólar puede alcanzar fácilmente su mínimo de julio de 2011, al debilitarse en un 35%, en términos generales ajustados a la inflación y comercio.
El colapso del dólar irá acompañado de una fuerte inflación, combinada con una débil recuperación económica de la pandemia de coronavirus, que perjudicará a los mercados financieros.
Un dólar débil significa un creciente déficit en cuenta corriente y, por lo tanto, un fuerte aumento del déficit comercial del país, explica el analista.
Si a esto le sumamos las duras medidas proteccionistas que presionan las relaciones comerciales con otros países, y especialmente con China, la pregunta es: ¿quién financiará el déficit de ahorros del país, que ha perdido definitivamente sus exorbitantes privilegios?, se pregunta el autor.
Redacción Lechuguinos-Sputnik