La decisión de desplegar un operativo antidrogas en el mar Caribe, adoptada por el presidente estadounidense Donald Trump, despertó resistencias dentro del Departamento de Defensa, según Foreign Policy.

«El Departamento de Defensa estaba en contra, pero no le importó al presidente», dijo un ex alto funcionario de la administración, citado por la revista Foreign Policy.

La fuente sostuvo que una de las razones del descontento fue lo inoportuno del anuncio, justo cuando la Casa Blanca divulgaba una proyección de hasta 240.000 muertos estadounidenses por la enfermedad COVID-19, y cuando el despliegue de recursos humanos y materiales de defensa está limitado por las restricciones que impone la pandemia.

Trump está interesado en promocionar el trabajo de la administración en la construcción del muro fronterizo con México y en detener el flujo de drogas desde América del Sur con miras a su reelección este año, según Foreign Policy.

Si bien para algunos miembros del Pentágono la decisión fue sorpresiva, otro exfuncionario de defensa dijo a la revista que la discusión sobre incrementar los recursos de la armada para apoyar al Comando Sur viene desde hace tiempo.

El 2 de abril, Trump anunció que Estados Unidos y otros 22 países lanzarán una operación de gran alcance contra el narcotráfico en el hemisferio occidental con el despliegue en el mar Caribe y el Pacífico sur de refuerzos militares de la armada y la fuerza aérea.

Trump añadió que su país está desplegando más buques, aviones y helicópteros de combate, lanchas patrullera de la Guardia Costera y vehículos de vigilancia de la Fuerza Aérea, duplicando las capacidades que EEUU ya tiene en la región.

Una semana atrás, el Departamento de Justicia de EEUU imputó al presidente venezolano Nicolás Maduro y a varios otros altos funcionarios de su Gobierno por tráfico de drogas y ofreció una recompensa de 15 millones de dólares por la captura del mandatario.

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