El periodista José Negrón Valera, de Sputnik, preparó un trabajo sonbe el TIAR y la obsesión de EEUU sobre Venezuela que presentamos a continuación.
Puede que la repuesta a si Venezuela será o no intervenida militarmente no tenga que buscarse en las declaraciones oficiales del jefe del Comando Sur, Craig Faller, sino en las señales que provienen del ala cultural del aparato bélico norteamericano, es decir, desde la industria cinematográfica.
«Si quieres saber cuál será la próxima gran guerra basta ver la marquesinas de los cines», exclama un personaje literario y puede que esté en lo cierto.
Acciones y reacciones
El 23 de julio, el dirigente Juan Guaidó introdujo ante la Asamblea Nacional de Venezuela una solicitud para reingresar al país al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), de la Organización de Estados Americanos. La moción fue aprobadapor los diputados allí presentes.
Dicho tratado pretende brindar legitimidad internacional a una posible intervención militar para desalojar a Nicolás Maduro por la fuerza. A pesar de que, como explica el analista Martín Pulgar, dicha herramienta quedó desacreditada en 1982 cuando el organismo hemisférico, presionado por EEUU, no apoyó a Argentina en «el conflicto contra Gran Bretaña por la soberanía de las islas Malvinas«.Además, recuerda Pulgar, Estados Unidos y Chile no solo se negaron a invocar el mecanismo para proteger a Argentina, «sino que prestaron apoyo logístico y de inteligencia a un enemigo extraterritorial para atacar a un Estado miembro».
La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia venezolano anuló el acuerdoaprobado por la Asamblea Nacional por «carecer de validez jurídica», además de considerarlo «hostil a la soberanía nacional» y una agresión «al territorio, al pueblo, la paz y el derecho internacional».
El Ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, rechazó «de manera contundente las nefastas intenciones de una minoría política proimperialista, quienes, demostrando su antipatriotismo, invocan el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR)».
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, por su parte, dejó claro que los organismos de inteligencia y seguridad del país podrían actuar contra todos aquellos que estén haciendo llamados a la invasión de Venezuela.
¿Por qué no es aplicable el TIAR? Cinco Claves
Para el analista internacional y experto en comunicación política Arlenin Aguillón son cinco las razones que existen para que dicho instrumento no pueda ser aplicable:
1. Solo el presidente de la República, en este caso Nicolás Maduro, puede hacer la solicitud.
«Maduro logró salir reelegido en mayo de 2018 como presidente de Venezuela tras alcanzar más del 67% de los votos escrutados en unas elecciones en las que participaron casi 10 millones de electores. El período constitucional de Maduro inició en enero de este año y finalizará en 2025″.
2. Hay que dejar claro que las decisiones del Parlamento venezolano no tienen validez jurídica en el marco legal venezolano; por lo tanto, el reintegro es nulo.
«El Parlamento entró en desacato al ignorar en 2016 una sentencia del Tribunal Supremo de Justicia, que instó a no juramentar a tres diputados que serían investigados por fraude electoral. La Asamblea Nacional funciona a nivel político, pero sus decisiones no son vinculantes. Por el desacato del Parlamento se tuvo que convocar a unas elecciones en 2017 y constituir la Asamblea Nacional Constituyente, que ocupó el vacío de poder ocasionado por la renuencia del Parlamento».Además, Aguillón explica en términos geopolíticos otras razones que hacen aplicable el tratado.
3. El texto prevé acciones militares al ser un instrumento de defensa multilateral.
«Esto va en contra de lo que decidieron, en 2014, en Cuba, los jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños [CELAC], que declararon a ‘América Latina y el Caribe como Zona de Paz, basada en el respeto de los principios y normas del Derecho Internacional’. Desde la CELAC instaron a la solución pacífica de controversias ‘a fin de desterrar para siempre el uso y la amenaza del uso de la fuerza de nuestra región'», se puede leer en la declaración final.
4. Los mismos miembros han reconocido que el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca no es aplicable.
«De hecho, se ha convocado en una veintena de ocasiones, pero no se ha ejecutado. La última vez que se convocó fue en 2001, tras el ataque a las Torres Gemelas en EEUU. Esa desvinculación con el actual contexto político provocó que México y todos los países de la Alba-TCP se retiraran del TIAR. México se salió en 2002 y los países ALBA lo hicieron a partir de 2012″.
5. La aprobación del reingreso de Venezuela al TIAR promovida por el Parlamento venezolano solo tiene una validez simbólica.
«Ese simbolismo no es válido en el contexto de la Política Real, o la Realpolitik. Más allá de declaraciones y titulares de prensa, no tendrá ningún tipo de consecuencias», concluye Aguillón.
La obsesión estadounidense
La intervención militar a Venezuela, tal y como lo está manejando el estamento de inteligencia de Estados Unidos, puede considerarse más un proceso que un decreto.
Se avanza desde distintos puntos del espectro de la agresión. Por un lado, se desagradan las condiciones de vidade la población venezolana, a través del bloqueo y las sanciones. Se boicotean y desarticulan todas las posibilidades de lograr salidas pacíficas, se ataca mediáticamente las acciones de diálogo entre Gobierno venezolano y la oposición política, pero además se trabaja en construir un incidente que justifique una acción militar.En el artículo El momento ha llegado: el plan Unitas Lix sería el golpe final contra Venezuela, se explican las condiciones políticas y militares que Estados Unidos tiene previsto como «hoja de ruta para derrocar al chavismo». Todas permanecen activadas. El TIAR es parte de lo que llaman «el frente político». Pero también hay otras opciones.
Las más de 78 incursiones que han hecho los aviones espías del Pentágono en territorio venezolano, según declaraciones del Gobierno bolivariano, son la manera que han encontrado en Washington para recordarle a Venezuela que, aunque haya tiempos de distensión, EEUU no abandonará su deseo de hacerse por la fuerza con las riquezas de este país suramericano.
«Nosotros estamos preparados hoy día, de verdad lo decimos sin arrogancia, para, si ellos quieren, una guerra absoluta de todo nuestro pueblo en defensa de nuestra patria y nuestra paz», apuntó Cabello.
Volveremos a ver en las próximas semanas un aumento en las tensiones entre Washington y Caracas. Los estrategas políticos y militares estadounidenses saben que, cuando llegue enero de 2020 y se agote el periodo de Juan Guaidó en la Asamblea Nacional, las otras oposiciones pedirán protagonismo nombrando un nuevo sucesor.
Además, el próximo año habrá elecciones de Asamblea Nacional y una victoria electoral del chavismo podría inclinar la balanza a favor de dicho sector político, que es lo mismo que decir que inclinará la balanza a favor de la paz.