La situación economica deteriorada ha obligado a la clase obrera a salir a las calles a protestar contra el Gobierno de Mauricio Macri.
En un escenario político atravesado por las elecciones presidenciales, el movimiento obrero argentino lleva a cabo su primera batalla unitaria de 2019 contra el Gobierno de Mauricio Macri. En distintas ciudades del país todo el espectro gremial se movilizará en defensa de la “industria nacional” y el empleo.
La medida fue impulsada inicialmente por los sindicatos del sector industrial que son los más afectados por el modelo económico que ha provocado el cierre de fábricas y, sobre todo, pequeñas y medianas empresas. También participan de la protesta la Confederación General del Trabajo (CGT), las dos Centrales de Trabajadores de la Argentina (CTA) y movimientos populares.
Mediante una solicitada publicada en distintos medios, la dirigencia sindical se manifestó preocupada “por la situación económica y social”. “Marchamos por más trabajo decente y en relación de dependencia; por mejores salarios, programas sociales y jubilaciones; por más producción nacional”, añadieron.
Además, exigen que en el país se priorice “el desarrollo productivo y se castigue especulación financiera” así como demandan la existencia de una política fiscal y monetaria “definida para incentivar la producción, el trabajo y el crecimiento del mercado interno”.
“Por servicios públicos de calidad y con tarifas socialmente sustentables; por entender que tanto la salud, la educación y la Justicia son pilares fundamentales de la sociedad; por impuestos a las ganancias que no destruyan el salario, y por un país para todos y no para unos pocos”, completaron.
¿La antesala de una huelga general?
La protesta se enmarca en un debate que atraviesa al movimiento obrero y sus organizaciones sobre la posibilidad de convocar o no una medida de fuerza nacional que paralice la actividad.
Mientras que la conducción de la CGT encabezada por Héctor Daer y Carlos Acuña se ha mostrado dubitativa al respecto, otros sectores impulsan una huelga para protestar por la situación económica actual.
“Al paro le falta maduración y consenso”, apuntó Daer en diálogo con La Nación. “No hay clima en las bases”, añadió. No obstante, aclaró que esto “no quiere decir que en un mes, dos meses, seis meses, no pueda venir un paro”. “Pero eso debe ser parte de una táctica con el punto final de posicionar una alternativa para ganar las elecciones”, explicó.
El titular del sindicato bancario, Sergio Palazzo, declaró que con la movilización “no alcanza” y apuntó que “hay que hacer más desde el consejo directivo de la CGT”. Desde el Frente Sindical que integra junto a otros gremios de importancia como Camioneros, aseguró que están planteando “la necesidad de un paro nacional y de un plan de lucha para que este Gobierno cambie sus políticas de hambre”.
Redacción Lechuguinos – RT