La idea de Donald Trump es que los solicitantes de asilo permanezcan en esas instalaciones hasta sus respectivas audiencias y si los rechazan “se largan”.
En una de sus últimas entrevistas para Fox News, el presidente de EE.UU., Donald Trump, ha compartido sus planes para detener lo que recientemente calificó como una «invasión» de migrantes centroamericanos.
Se trata de la caravana de miles de ciudadanos de países de América Central que están viajando por el territorio mexicano hacia la frontera estadounidense en búsqueda de una vida mejor.
Ahora, en una entrevista con Laura Ingraham de Fox News, el mandatario ha hablado de qué podría esperarle a estas personas en el futuro.
Según Trump, el Gobierno estadounidense planea crear «ciudades de carpas» para los solicitantes de asilo de la caravana, con el objetivo de que puedan esperar la audiencia de sus solicitudes en esas instalaciones.
«Si solicitan asilo, vamos a retenerlos hasta cuando se celebre el juicio», afirmó Trump.
«Construiremos ciudades de carpas […] no vamos a instalar estructuras y gastar cientos de millones de dólares. Tendremos carpas, serán muy agradables y ellos esperarán allí. Si no consiguen asilo, se largarán», destacó Trump.
El presidente estadounidense además ha prometido que cambiará la política hacia los migrantes que esperan en libertad la decisión judicial sobre su estatus.
Trump afirmó que en muchas ocasiones no aparecen ante los tribunales, por lo que planea retenerlos durante todo ese período en las áreas de carpas.
Estas medidas, según el mandatario, permitirán reducir drásticamente el flujo de migrantes.
A medida que al menos 7.000 personas continúan aproximándose, Washington anunció el envío de unos 5.200 soldados a la frontera de EE.UU. con México para detener la caravana.
El despliegue, que se lleva a cabo en el marco de la denominada ‘Operation Faithful Patriot’ (Operación Patriota Fiel), servirá para «endurecer los puntos de entrada» al país.
Donald Trump también ha confirmado que «los militares están esperando» a los migrantes y ha señalado que su país nunca aceptará a quienes ingresen de manera ilegal.
El pasado 13 de octubre, unos 1.600 hondureños conformaron una caravana rumbo a EE.UU., a la que se sumaron guatemaltecos y salvadoreños con el fin principal de escapar de la pobreza y la violencia en sus países.
Días después de cruzar la frontera entre Guatemala y México ya se desplazaban cerca de 7.000 personas.
Redacción Lechuguinos