Mientras la mayoría de los mandatarios de la región han preferido callar ante las actitudes de Jair Bolsonaro, Sebastian Piñera aplaudió al candidato brasileño.
Jair Bolsonaro, un excapitán del Ejército polémico por sus tendencias autoritarias y comentarios racistas, homofóbicos y agresivos contra las mujeres, obtuvo 46% de los votos en las presidenciales del domingo en Brasil y se enfrentará a Fernando Haddad en la segunda vuelta el 28 de este mes.
Uno de los comentarios más favorables de gobernantes latinoamericanos sobre Bolsonaro provino del presidente chileno Sebastián Piñera, quien apoyó su enfoque para «el desarrollo de Brasil».
El elogio de Piñera causó polémica en su propio país y contrasta por ejemplo con la actitud de la vicepresidenta uruguaya, Lucía Topolansky, quien dijo que en Brasil hay «casi un retorno a lo dictatorial».
De visita en España, Piñera formuló sus declaraciones sobre Bolsonaro, durante un foro económico organizado por el diario El País.
Piñera dijo conocer «poco» a Bolsonaro, pero manifestó que sí conoce a su equipo económico y su «plan muy concreto, muy específico sobre cómo van a enfrentar los problemas de Brasil».
«Lo que yo he visto en materia de cómo va a enfrentar el tema del desarrollo de Brasil, creo que apunta en la dirección correcta», sostuvo el mandatario de derecha.
Dijo además haber sentido «legítimo orgullo» porque Bolsonaro habló de seguir el modelo chileno y usar la transparencia en el combate a la corrupción.
Estos comentarios le generaron críticas en Chile, de opositores como el senador socialista Juan Pablo Letelier, quien le reclamó «una visión más integral de lo que significa Bolsonaro para Brasil, para la región y para el mundo».
A pesar de esto, el mandatario chileno reiteró que mantiene «importantes acuerdos en otras materias, particularmente cuando él se ha referido a temas de integración económica, modernización de la economía, recuperación de los equilibrios fiscales».
Redacción Lechuguinos