Los obispos estarían relacionados con el escándalo de abusos sexuales en la Iglesia católica destapado en Chile, según ha publicado el Vaticano.
El Papa Francisco ha aceptado la renuncia de los obispos de San Bartolomé de Chillán, Carlos Eduardo Pellegrín Barrera, y de San Felipe, Cristián Enrique Contreras Molina.
Para ambas diócesis, el papa ha nombrado sendos administradores apostólicos.
Se trata de la una nueva ronda de renuncias de responsables católicos en el país sudamericano, que se inició después de que tras la dimisión de todos los obispos chilenos en el mes de mayo, Bergoglio aceptara finalmente tres de ellas: la del obispo de Osorno, Juan Barros, el de Valparaíso, Gonzalo Duarte García de Cortázar y en de Puerto Montt, Cristian Caro Cordero.
En junio otros dos obispos presentaron su renuncia a la Santa Sede, y también fueron aceptadas.
De este modo, esta nueva renovación de cargos eclesiásticos se enmarca en las acciones que se llevan a cabo desde el Vaticano en el proceso de reparación y sanación de las víctimas de abusos.
Actualmente, de las 27 jurisdicciones eclesiásticas de Chile, ocho de ellas se encuentran en situación de sede vacante y a cargo de administradores apostólicos: San Felipe, Valparaíso, Rancagua, Talca, Chillán, Valdivia, Osorno y Puerto Montt.
Redacción Lechuguinos
