“Es una estrategia regional, no es un caso aislado, hay gente pensando permanentemente cómo exterminar a la izquierda exitosa”, denunció Rafael Correa.
El expresidente de Ecuador, Rafael Correa, aseguró desde Bélgica que esta es “la etapa más dura de mi vida” y denunció un plan regional de persecución judicial contra líderes progresistas en la región.
El líder de la Revolución Ciudadana fue entrevistado en el programa Enclave Política de teleSUR, denunciando persecución en su contra y afirmando que pese a la tristeza de ver “cómo la Patria está siendo destruida”, se encuentra con “ánimo, organización y movilización para dar la lucha”.
El factor Lenín
Como una “traición sin precedentes” catalogó el exmandatario el giro político aplicado por quien fuera su vicepresidente, Lenín Moreno, tras asumir la presidencia en 2017. “Sabíamos que habíamos sido traicionados. Ellos mismos hicieron pactos que nunca comunicaron a (el partido) Alianza País. Se empezaron a partir la Patria entre piratas (…) y muchos se vendieron al primer plato de lentejas”, comentó Correa.
Para el economista, esta es la “verdadera corrupción”, acusando que el actual Gobierno ecuatoriano “usa el poder político para favorecer a intereses privados” y agregando que “se perdió la ética”.
“No nos imaginamos nunca hasta dónde iba a llegar la maldad y la falta de escrúpulos, al punto de perseguir a sus propios compañeros, sabiendo que somos gente honesta”, señaló el expresidente.
Latinoamérica perseguida
Hoy, Rafael Correa -quien reside en Bruselas, Bélgica desde hace un año- está siendo requerido por la justicia de su país, acusado por el supuesto intento de secuestro de un diputado opositor en 2012. Asimismo, Moreno anunció que investigará si Correa recibió dinero de la Farc, exgrupo insurgente colombiano, para financiar una campaña.
Ante esto, el expresidente afirmó que esta “es una estrategia regional, no es un caso aislado, hay gente pensando permanentemente cómo exterminar a la izquierda exitosa”. Esto, con el objetivo de producir un efecto de quiebre emocional, familiar y económico en los líderes de izquierda de América Latina, según dijo.
“Es una decisión por parte de grupos de derecha de los países hegemónicos y de los poderes fácticos, que se expresa en la judicialización de la política”, citando como ejemplos la persecución judicial contra Lula en Brasil, la que tuvo la expresidenta Cristina Fernández en Argentina, y la que actualmente viven el exvicepresidente de Ecuador, Jorge Glass, “y quien les habla”, complementó.
La salida
Correa afirmó que la única salida que ve posible ante esta situación es la convocatoria a una Asamblea Constituyente para Ecuador. Una consulta que permitiría al ciudadano tomar decisiones ante el escenario que actualmente se ve en el país.
Sin embargo, denunció que en el último referendo sobre ciertas reformas a la Constitución, llevado a cabo en febrero de este año, la campaña política de su bando, que abogada por el “No” a los cambios, sufrió censura de publicidad y de prensa, violencia física, manipulación y persecución. De esta manera explicó la votación mayoritaria de la ciudadanía por el “Sí”.
Además, el expresidente se refirió al caso de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). La semana pasada el presidente Moreno anunció su intención de solicitar al organismo, la devolución de su sede en Quito.
“Si desaparece la Unasur sería una puñalada en la espalda. Sería algo terrible. El pueblo de Ecuador tiene que movilizarse para evitar que desaparezca el organismo” ya que “su presencia en Quito, convierte a la ciudad “en la capital política de la región” y “le da la posibilidad al país de ser protagonista en la integración regional”, afirmó Correa.
Redacción Lechuguinos – Cortesía TeleSUR