El presidente de Chile Sebastián Piñera y su hermanito Pablo, tienen tremendo guiso y guardan sus dividendos en el paraíso fiscal de Islas Vírgenes Británicas.
En 2004 y 2005 el designado embajador chileno en Argentina, Pablo Piñera, representó a su hermano Sebastián, actual Presidente de la República, en el directorio de la Termoeléctrica Costanera, la central de este tipo más grande de ese país.
El entonces empresario concretó la compra de acciones de la central, controlada en aquella fecha por Endesa Chile, a través de su sociedad Bancard International Investment, creada en septiembre de 1997 y con sede en el paraíso fiscal de Islas Vírgenes Británicas.
De acuerdo a lo informado por Ciper Chile, el negocio le reportó a Piñera, en menos de tres años, utilidades por un millón 200 mil dólares (724 millones de pesos) y le permitió obtener un asiento en el directorio de la compañía trasandina, el que fue ocupado por su hermano Pablo.
El medio también consigna que el 24 de marzo de 2004, el fondo de inversiones Southern Cone Argentina informó la venta a un grupo de empresarios chilenos un paquete accionario equivalente al 6,73 por ciento de Central Costanera, en un monto cercano a los 7,8 millones de dólares (4 mil 700 millones de pesos), de los cuales el 70 por ciento lo adquirió Bancard International Investment.
El 23 de mayo de 2005, los hermanos Piñera renunciaron al directorio de Central Costanera «por motivos personales», siendo reemplazados por Juan Luis Rivera, aunque días antes, el 14 de mayo, el ahora Mandatario había sido proclamado candidato presidencial por RN para las elecciones de ese año, en las que fue derrotado por Michelle Bachelet.
La salida del negocio eléctrico trasandino de Sebastián Piñera se registró el 28 de febrero de 2007, cuando Endesa Chile compró el 100 por ciento de las acciones del Mandatario, lo que le reportó un millón 200 mil dólares en ganancias al actual Jefe de Estado.
La colocación del dinero en el paraíso fiscal, es con la intención de no declarar la procedencia de los fondos y evadir cualquier tipo de pago de impuesto por la gran Boloña de dinero que maneja. ¡Aunque se vista de seda, ratero se queda!
Redacción Lechuguinos/ Con información de cooperativa.cl
