La derecha venezolana no se cansa de darse hasta con el tobo, todo por no poder llegar a un acuerdo
Para nadie es un secreto que la oposición venezolana se ha caracterizado por ser ambigua en sus decisiones, ni mucho menos que cuando no llegan a un acuerdo se dan hasta en la cédula.
Y en estas fechas de comicios presidenciales, es cuando los posee el espíritu de chuky, pero en su versión más macabra.
Además de la división interna entre sus filas, tal es el caso de los que optan por el abstencionismo, como María Corina Machado, David Smolansky, Antonio Ledezma y Julio Borges, quienes expresan su animadversión al presidente Maduro y sueñan con la salida del mismo, de manera abrupta y antidemocrática, para estos la vía electoral, no existe.
Mientras que, Eduardo Fernández, Luis Vicente León y Diego Arria, critican a todos los dirigentes de oposición, por su ineptitud y malcriadez y tomar la política “como un juego de niños”, aunque para Arria ninguno de los representantes de la derecha podría manejar un gobierno, no poseer experiencia.
Y por otro lado, se encuentran, los que apoyan las elecciones y hasta tienen candidato, por supuesto hablamos de Henri Falcón, que es apoyado por Copei, Mas, Avanzada Progresista, entre otros, que dice no estar de acuerdo con la democracia participativa, pero si pierden armaran guarimbas violentas, en forma de protesta.
Este último grupo de opositores, están más en una encrucijada, porque no están ni con Dios ni con diablo y son expuestos al escarnio público, por sus compinches escuálidos cada vez que le da chance.
Redacción Lechuguinos
