La paradójica postura de Sebastián Piñera se suma a la asumida por Colombia, que acepta y rechaza a conveniencia la presencia de venezolanos en estos países
Al parecer, en Chile se cumple el refrán: “el pescado y la visita a los tres días apesta”, pues el recién instaurado gobierno de Sebastián Piñera, ha decidido colocar más trabas para que a los extranjeros se les haga más complicado entrar a la nación suramericana y obtener un estatus legal.
Así lo dio a conocer el ministro de Interior chileno Andrés Chadwick, al indicar que las modificaciones al proyecto de Migración y Extranjería de 2013, están en proceso de aprobación y que la decisión podría tomarse esta misma semana.
Para los venezolanos, se propone la instauración de una visa de “responsabilidad democrática”, que buscaría canalizar la sensibilidad del Gobierno con la crisis por la que atraviesa Venezuela. Es decir, otorgar, con condiciones de posición política, un permiso de entrada y estadía temporal por un año como residente.
La postura de este personaje nefasto de la política chilena es paradójica, pues apoya las sanciones económicas a los venezolanos desde Estados Unidos, y frena a los venezolanos que por esta razón, deciden migrar a Chile.
Redacción Lechuguinos
