Para Rick Scott el problema no es el lucrativo e irresponsable negocio de venta de armas a civiles en Estados Unidos sino el desorden mental que sufren quienes la compran
El gobernador de Florida Rick Scott dio la orden ejecutiva al Departamento de Niños y Familias (DCF) de hacer por lo menos una reunión trimestral en las que participen alguaciles, jefes de policía, entidades de manejo de salud mental, representantes de los distritos escolares, el departamento de justicia para menores de edad y otros individuos que, de acuerdo con el criterio del secretario del DCF, deban participar.
Según Scott, esta orden se da como producto de las deficiencias, limitaciones y vacíos que abrieron la posibilidad de que se diera la tragedia de la secundaria Marjorie Stoneman Douglas, en la que un ex alumno de ese plantel con historial de serios problemas de comportamiento, abrió fuego con un rifle semiautomático y asesinó a 14 de sus compañeros y tres profesores.
Sin embargo, el gobernador de la entidad no cerró los vacíos que hay en relación con las famosas ferias de armas, donde no existe revisión de antecedentes criminales de ningún ciudadano que quiera adquirir un arsenal, como tampoco en las compras de armamento y municiones que se realizan por internet.
Además sigue pendiente uno de los puntos por los que los estudiantes sobrevivientes de la Stoneman Douglas, sus padres, profesores, y activistas, exigieron que salgan del mercado los rifles de asalto.
Una encuesta de la empresa Public Policy Polling, localizada en Raleigh, Carolina del Norte, reveló que para las primarias demócratas de la Florida, el mayor tema de preocupación de los votantes es una reforma en el control de armas. Pero a Scott le pareció más económico y menos problemático mandar a todos los estadounidenses que habitan en el estado que él gobierna a pasar un examen mental cada 3 meses.
Redacción Lechuguinos