Dirigentes de la MUD andan entre tángana y tángana, evidenciando que la coalición está lista para ser enterrada y olvidada
La derecha fascista está que estalla de odio, mientras unos están encarcelados por promotores de violencia, otros huyeron al extranjero como cobardes y los que se quedaron andan halándose de las greñas, ocasionando que sus seguidores esten cada vez más decepcionados, sobretodo tras una paliza electoral propinada por el pueblo y el Gobierno Revolucionario.
La desilusión y decepción de sus seguidores data desde el 2014, cuando les prometieron que incendiando las calles con las guarimbas saldrían del Presidente Maduro, para luego tres años después convencerlos de lo mismo y conseguir un centenar de muertos más después de cuatro meses de guarimbas terroristas y violentos enfrentamientos contra las fuerzas de seguridad, aún sin conseguir ninguno de los objetivos que se habían planteado. Ante esto los manifestantes opositores abandonaron las calles mientras que la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) le interesó las elecciones regionales para obtener un cargo político.
A pesar de que la oposición expresaba a viva voz que se daban como triunfadores de todos los estados en comicios regionales el pueblo venezolano decidió apoyar a los gobernadores oficialistas ganaron 18 de las 23 gobernaciones en disputa.
De la misma manera cuatro de los cinco gobernadores adecos que resultaron ganadores decidieron juramentarse ante la Asamblea Nacional Constituyente y AD la MUD los expulsó por el solo hecho de cumplir con su deber así como lo establece la legislación venezolana dejando claro que trabajan solo para sus intereses personales y no los del país.
Redacción Lechuguinos