Los guarimberos terroristas usan sustancia psicotrópica enviada a través de “canal humanitario”
Los opositores no detienen sus ansias de incendiar el país y su principal instrumento para lograrlo son los guarimberos o grupos de choque, que se encargan de generar en el país cada día que pasa más violencia, saqueos, destrucción y caos en nuestras calles, siendo éstas las órdenes completas por parte de los dirigentes de la derecha venezolana.
Dichos sectores violentos de la sociedad venezolana están siendo abastecidos con sustancias psicoactivas desde la frontera colombiana con Venezuela por supuestas ONG, y a través del mal llamado “canal humanitario”, cuya droga es comercialmente conocida como Captagon y que es usada por los combatientes del Estado islámico, está siendo distribuida entre los grupos violentos que participan en los disturbios que desde hace 60 días promueven partidos de oposición en algunas ciudades del país.
La información señala que miles de píldoras de Captagon son provenientes de Europa, la droga se basa en la anfetamina utilizada por terroristas del Estado Islámico, dichas pastillas están siendo suministradas a integrantes de los grupos violentos que enfrentan a las fuerzas del orden público; a su vez se tiene conocimiento de que también se envía en ese denominado “canal humanitario”, clorhidrato de cocaína y heroína.
La denominada “droga de los yihadistas” tal y como hace la cocaína, mantiene a sus consumidores en estado de alerta, reduce el dolor y crea una sensación de euforia entre los grupos violentos que actúan en las calles de Venezuela destruyendo mobiliario urbano, sedes de gobierno y autobuses.
Fue creada en Alemania en los años 60 para tratar los trastornos de atención y sueño, sus efectos primarios y secundarios a corto, mediano y largo plazo, llevaron a que se prohibiera para cualquier uso a principio de los años ’80.
El Captagon es una de las marcas comerciales de la fenetilina, una combinación de anfetamina y teofilina que relaja el musculo alrededor de los pulmones y es utilizada para tratar los problemas respiratorios.
En los 80, cuando quedó claro su alto nivel adictivo, la Organización Mundial de la Salud la colocó en su lista de sustancias controladas y hoy está prohibida su venta en la mayor parte del mundo.
Redacción Lechuguinos
