Bandas armadas muy bien organizadas pagadas por la oposición generaron saqueos y destrozos incalculables en Carabobo
La oposición venezolana ha mantenido un guion internacional donde suponen que su lucha por el poder es para brindarles más seguridad y alimentos a los venezolanos, que con el gobierno bolivariano y revolucionario del Presidente Maduro no tienen. Nada más alejado de la realidad este planteamiento, que se cae por su propio peso, al ver las aterradoras imágenes de lo que ha sucedido con sus convocatorias a marchas y paros, sobre todo en el estado Carabobo, donde las hordas opositoras terroristas desatadas, como salvajes perversos, acabaron todo a su paso, no por hambre, nada más alejado a la realidad, lo hicieron por anarquistas, por ladrones.
Carabobo volvió a ser víctima de estos terroristas, pagados por los líderes opositores que muy bien organizados como bandas armadas, con sus pranes a la cabeza robaron cuanto se consiguieron a su paso, y lo que quedaba en pie de esos negocios lo incendiaban para que no quedara duda de su capacidad de destrucción.
La zona Industrial La Guacamaya, los sectores populares La Isabelica, Flor Amarillo y Paraparal fueron los sectores donde el vandalismo se ensañó contra emprendedores comerciantes.
Vehículos de transporte de alimentos fueron saqueados, las estanterías de los establecimientos quedaron vacías en el mejor de los casos, porque en la mayoría fueron destrozadas.
En Naguanagua el terrorismo opositor llegó al extremo que luego de saquear un “comercio de chinos” decidieron incendiar el negocio y la parte alta donde habitaban sus propietarios.
Pero, ¿por hambre?, robar los depósitos de la empresa Polar, más de cien vándalos incursionaron a las instalaciones donde cargaron con todas las cajas de cervezas, robar bodegones de licores y llevarse hasta los motores de las cavas, o el extremo de llevarse hasta las pocetas de los locales no es hambre ni necesidad. Es Vandalismo señores.
Ya veremos en los próximos días todos estos alimentos, equipos y enseres ofrecidos por las redes sociales o en “mesitas improvisadas” ofrecidas por bachaqueros a precios exorbitantes, porque estos saqueadores, aupados por sus jefes opositores son los verdaderos hambreadores del pueblo.
En Naguanagua los vecinos aseguran que el vandalismo llegó a extremos inusitados. Tras saquear comercios de ciudadanos de origen asiático le prendieron fuego a dos negocios y además incendiaron la parte alta donde habitaban sus propietarios. Los dejaron sin negocios y sin casas.
Redacción Lechuguinos
