Desde la denigración que sufrió ilícitamente la exmandataria Dilma Rousseff, Brasil está siendo consumido por la corrupción de Temer
El día de ayer, 6 de marzo, la canciller de la República, Delcy Rodríguez, en rueda de prensa en el foro Chávez Antiimperialista, denunció la corrupción que está carcomiendo al país sudamericano de Brasil, luego que los terroristas neoliberales destituyeran de manera ilegal a la mandataria Dilma Rousseff, incluyendo al golpista Michel Temer.
“Hoy debemos decirlo. Brasil, lamentándolo mucho, es una vergüenza mundial. Todos los días sus políticos están envueltos en un escándalo, luego de que le hicieran ese golpe de Estado a Dilma Rousseff”, expresó la ministra de relaciones exteriores.
Rodríguez explicó que la mayoría de los funcionarios de la nación son corruptos o están involucrados en algún guiso y advirtió que se seguirán develando casos de políticos brasileros involucrados en actos delictivos.
“Si no es su presidente, es alguno de sus ministros o sus congresistas. Eso es un concierto de corrupción pero a ellos no les importa porque la derecha imperialista les tiende una alfombra roja”, agregó.
Por supuesto, es algo lamentable que tales mandatarios latinoamericanos se dejen extorsionar y terminen cómplices de un modelo capitalista que promueve el racismo y el rechazo a sectores populares de sus pueblos, así como ocurre en Brasil desde los tiempos en que Temer era sapo de Obama, también con Macri en Argentina y hasta en Uruguay con Tabaré Vásquez.
Finalmente, gobiernos capitalistas y excluyentes como esos están ahora justamente atacando la Revolución Bolivariana desde diferentes puntos de vista, aliados con la oposición venezolana y el imperio capitalista de Estados Unidos. Temer y Julio Borges, Macri exigiendo ilegalidades en España y Tabaré Vásquez atacando desde el Mercosur. Por más que lo intenten, no podrán con Venezuela.
Redacción Lechuguinos
