Más defectos que virtudes tiene la “puente roto” de Mariam Habach por lo que salió, como se esperaba, por la puerta de atrás del certamen universal
Mariam Habach es una niña mimada, rica de cuna y sin más preocupaciones que fue la que representó a Venezuela en el certamen Miss Universo, donde el tema de este año era de chicas que habían logrado superarse a pesar de las adversidades. Esta nota ocupa el peldaño número 8 de las más leídas en el año 2017 de nuestro portal.
No era de extrañar que apenas comenzado el concurso, la sifrinita Habach quedo sin ser llamada entre las 13 más lindas, y es que desde que llegó a Filipinas lo que hizo fue avergonzar nuestro tricolor con sus actitudes de niña mimada.
Su comportamiento malcriado en los predios al concurso la hicieron ganarse el apodo de el villano de la saga Harry Potter, Lord Voldemort no solo por el mal carácter de la Miss, sino por sus ofensivas acciones como por ejemplo, a Miss Uruguay la ridiculizó y humilló hasta hacerla llorar, a las chaperonas y al Staff del concurso los trataba sumamente mal, hasta el punto de llamarlos “plebeyos” porque según sus opiniones sobradas, estar debajo de ella.
Como olvidar sus comentarios denigrantes hacia el chavismo y el mismo comandante Chávez cuando atravesaba su penosa enfermedad, de la cual esta damita se burló hasta el cansancio, para luego inventarse la excusa de que su cuenta en la red social en donde había lanzado los insultos había sido “hackeada”.
Mensajes como: “Mariam Habach (@MariamHabach) septiembre 27, 2010: Requisitos Para Votar Por el PSUV: Ser Bruto de Nacimiento! Malo de Corazon! Tierruo Por Conviccion! y Seguir a Chavez Como Un Guebon jajaja” o este otro “Mariam Habach (@MariamHabach) julio 8, 2011: No le deseo la muerte nadie, ¿pero a chavez sí? pobre desnutrido.” Hicieron estallar las redes en su momento por lo insultante de sus contenidos.
En fín, a esta damisela le falta mucha humildad y humanidad, y bien merecido tiene ese “cable a tierra” que le hicieron tener a nivel universal y dejarla como la guayabera “por fuera” viendo celebrar a las que ella creía que eran menos.
Redacción Lechuguinos
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