Ramos Allup en realidad creía que iba a romper el pacto de alternabilidad que tenían en la MUD
Una imagen vale más que mil palabras y con lo expresivo y prepotente que es el saliente presidente de la Asamblea Nacional en desacato Henry Ramos Allup, se pudo fácilmente descubrir su desagrado por la entrega del mando de la Asamblea nacional, ya que sabe que, al entregar el único bastión que tiene la oposición en el país, perderá todo tipo de poder que pudiese haber ejercido y volverá a ser la sombra que ha sido todos estos años dentro de la oposición.
Mucho se supo de las negociaciones que trató de hacer en la oposición por debajo de cuerda, con su experiencia de zorro viejo para romper el acuerdo de alternabilidad que desde el año pasado se sabía que debía ser ejecutado anualmente, correspondiéndole este año la presidencia de la AN a Primero Justicia, representado por Julio Borges.
Un adulto mayor muy molesto, hasta desencajado, pudo verse bajar del curul presidencial para ver como un diputado cualquiera se juramentaba y como se esfumaban sus deseos de seguir siendo presidente, así fuese de un cascarón vacío como es esa Asamblea en desacato.
Redacción Lechuguinos